Estamos indignados por la visita del máximo jefe de los católicos. ¿Qué va a decir aquí el representante de una organización que protege a criminales, ofreciendo la impunidad a tanto y tanto CANALLA VIOLADOR DE NIÑOS?, ¡NIÑOS!, niños caramba.
¡Cómo puede ser, las pobres madres mandan a sus hijos a ser manoseados y violados en las iglesias!
¿Cómo puede, este insecto de la edad media, venir a insultarnos con más y más oraciones y rezos y bendiciones?
¿No es un insulto venir a bendecir?
¿Necesitamos miles de millones de bendiciones?
¿Necesitamos rezar media vida para esperar que lo que tiene que cambiar urgentemente, cambie?
El planeta y yo, estamos hartos de palabras, siempre palabras. No hay acciones. Todo es rezar y orar y se acabó. Rezando no se consiguó la eduación gratuita, rezando no se consiguió la abolición de la esclavitud, rezando no se acabará la sobrepoblación humana del mundo, rezando no se acabará el SIDA, rezando no se detendrá el cambio climático, rezando no van a caer pan de una nube.
Las cosas no se logran rezando, se logran con acciones decididas y valientes.
¡NO NECESITAMOS MÁS BUENOS DESEOS SEÑOR RATZINGER!
¡NECESITAMOS JUSTICIA Y URGENTEMENTE, HOY Y MAÑANA Y POR LA ETERNIDAD!
La marcha inició en el ángel de la independencia(la primera, la que no duró mucho), y terminó frente al palacio nacional. No eramos los 500 mil o el millón de personas que estuvo en Guanajuato, cantando a Ratzinger, escuchando las oraciones de Ratzinger, eramos pocos, y estuvimos frente a la policía(que frente al monumento de la Revolución nos rodeó por completo durante algunos minutos), y estuvimos frente a señoras y señores que nos insultaban. No eramos 500 mil, eramos casi treinta. Treinta seres humanos con cerebro propio, treinta, como si fueramos los únicos seres vivos de este país, los únicos con neuronas dentro del cráneo. 400 mil escucharon misa este domingo en Guanajuato, pero 30 personas, el viernes a las 4 de la tarde, estabamos caminando y gritando que se acabe la impunidad, que se acabe la edad media, que se acaben los oraciones y comiencen los HECHOS.
En México hay más de cien millones de seres humanos. Millones estaban estupidizados mirando la estupidizante televisión, menos de 100 estabamos ahí, cumpliendo con el deber de todo ser humano, pidiendo injusticia, porque tenemos la capacidad de sentir como propias, las desgracias que tantos niños han sufrido. Hay personas que aman la justicia, que aman la vida, que aman el país donde nacieron, que aman a los seres vivos del mundo donde nacieron, y que aman hasta a las estrellas cercanas a su mundo, son pocas. Las demás personas aman a un dios, o solamente a otro ser humano, o a su teléfono móvil.
Ratzinger se va hoy, se queda Felipe Calderón, se queda el intervencionismo de los Estados Unidos, se quedan lo sacerdotes, ¿cuántos serán violadores?
Deniev Sentli
400 mil estaban ahí, pero lo que los terroristas medios de comunicación mexicanos no dirán es que el viernes, mientras ese señor llegaba, un pequeño grupo de mexicanos hicimos una marchita en contra de la visita de ese señor. No amigos, no eramos 400 mil mexicanos( ateos o agnósticos o defensores del hoy dudoso estado laico), marchando, eramos 30 personitas nomás. Para mí eramos 30 gigantes caminando sobre una ciudad de liliputienses de verdadero espíritu y de razón. Que se sepa, que se se sepa que algunos protestamos. Yo con mis 30 de la capital, frente a 400 mil de Guanajuato. Leónidas estaría orgulloso de nosotros.
ResponderEliminarEl señor alemán se irá de México sin decir una palabra sobre tanta y tanta violación cometida por sacerdotes, en particular por las de Marcial Maciel, pseudo hombre amado por Juan Pablo II.