aquí, por Colombia, no expropiamos... queremos que ustedes sientan que hay reglas estables de juego, aquí no vamos a expropiar; sean bienvenidos ustedes, son nuestros socios. Si a ustedes les va bien, a nosotros nos va bien, y qué decir de Felipe Calderón cuando critica a la presidenta de Argentina y califica la medida de
lamentable... y que no le va hacer bien a nadie, o del ministro de economía de Ollanta Humala, Miguel Castilla, adjetivando la nacionalización de
política errónea e insana. Sebastián Piñera, presidente de Chile, tampoco pierde comba y muestra
su preocupación por tal medida. Todos ellos han olvidado que sus países son lo que son, en gran medida, por la nacionalización del petróleo y del cobre. Por suerte, otro grupo de presidentes y países, la mayoría como Venezuela, Ecuador, Cuba, Paraguay, Bolivia, Brasil o Uruguay han levantado la bandera de la dignidad, apoyando a la República Argentina. Basten las palabras de José Mujica, presidente de Uruguay, quien subrayó que tal medida se fundó en un viejo error, el de privatizar la petrolera estatal en la década de los noventa...
y si lo arreglan o no lo arreglan es un problema del pueblo argentino. No hay más caminos o soberanía nacional o claudicación vergonzante.
M R Rosenmann
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