Tomé mi amor que asombraba a los astros
y le dije: señor amor,
usted crece de tarde, noche y día,
de costado, hacia abajo, entre las cejas,
sus ruidos no me dejan dormir perdí todo apetito
y ella ni nos saluda, es inútil, inútil.
De modo que tomé a mi amor,
le corté un brazo, un pie, sus adminículos,
hice un mazo de naipes
y ante la palidez de los planetas
me lo jugué una noche lentamente
mientras mi corazón silbaba, el distraído.
Juan Gelman
Saludable advertencia(no digan que no se los dije):
Este lugar es uno de los lugares más peligrosos de la galaxia espiral Vía Láctea(albergadora de un raro y precioso planeta). El Club Bilderberg, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Partido Revolucionario Institucional, la OEA, la OTAN, y otras organizaciones prehistóricas, advierten que visitar este lugar es visitar las entrañas de la subversión, el manantial de los anacronismos, la alcoba de un demonio de demonios.
El Vaticano debe enviar exorcistas con sus más finos y milenarios mensajes de falso amor. Monsanto debe esparcir sus neuroncidas para eliminar todo axón y dendrita hasta la raíz. La British Petroleum debe regar sin deliberación toneladas de sacrosantos petróleos. El gobierno de las Empresas y Bancos Unidos de Asesinamérica(United States of America), debe enviar poderosos drones con bombas más criminales que las que soltó en Hiroshima y Nagasaki.
Este lugar es uno de los lugares más peligrosos de la galaxia espiral Vía Láctea(albergadora de un raro y precioso planeta). El Club Bilderberg, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Partido Revolucionario Institucional, la OEA, la OTAN, y otras organizaciones prehistóricas, advierten que visitar este lugar es visitar las entrañas de la subversión, el manantial de los anacronismos, la alcoba de un demonio de demonios.
El Vaticano debe enviar exorcistas con sus más finos y milenarios mensajes de falso amor. Monsanto debe esparcir sus neuroncidas para eliminar todo axón y dendrita hasta la raíz. La British Petroleum debe regar sin deliberación toneladas de sacrosantos petróleos. El gobierno de las Empresas y Bancos Unidos de Asesinamérica(United States of America), debe enviar poderosos drones con bombas más criminales que las que soltó en Hiroshima y Nagasaki.
lunes, 30 de enero de 2012
Basta
basta
no quiero más de muerte
no quiero más de dolor o sombras basta
mi corazón es espléndido como una palabra
mi corazón se ha vuelto bello como el sol
que sale vuela canta mi corazón
es de temprano un pajarito
y después es tu nombre
tu nombre sube todas las mañanas
calienta el mundo y se pone
solo en mi corazón
sol en mi corazón
Juan Gelman
no quiero más de muerte
no quiero más de dolor o sombras basta
mi corazón es espléndido como una palabra
mi corazón se ha vuelto bello como el sol
que sale vuela canta mi corazón
es de temprano un pajarito
y después es tu nombre
tu nombre sube todas las mañanas
calienta el mundo y se pone
solo en mi corazón
sol en mi corazón
Juan Gelman
Prego
como el pan a la boca como
el agua a la tierra ojalá
yo te sirva para algo para
que mi temblor tenga destino
y sea dulzura en tu dulzura
o sea lluvia o sea calor
o vuelo para que te vueles
y vuelvas y te quedes o
o vuelvas y te vayas a
tu corazón extraordinario
girando azul de fuego tras
los niños que te pertenecen
Juan Gelman
el agua a la tierra ojalá
yo te sirva para algo para
que mi temblor tenga destino
y sea dulzura en tu dulzura
o sea lluvia o sea calor
o vuelo para que te vueles
y vuelvas y te quedes o
o vuelvas y te vayas a
tu corazón extraordinario
girando azul de fuego tras
los niños que te pertenecen
Juan Gelman
Claro que moriré y me llevarán...
claro que moriré y me llevarán
en huesos o cenizas
y que dirán palabras y cenizas
y yo habré muerto totalmente
claro que esto se acabará
mis manos alimentadas por tus manos
se pensarán de nuevo
en la humedad de la tierra
yo no quiero cajón
ni ropa
que el barro asuma mi cabeza
que sus orines me devoren
ahora
desnudo de ti
Juan Gelman
en huesos o cenizas
y que dirán palabras y cenizas
y yo habré muerto totalmente
claro que esto se acabará
mis manos alimentadas por tus manos
se pensarán de nuevo
en la humedad de la tierra
yo no quiero cajón
ni ropa
que el barro asuma mi cabeza
que sus orines me devoren
ahora
desnudo de ti
Juan Gelman
Lo que pasa
Yo te entregué mi sangre, mis sonidos,
mis manos, mi cabeza,
y lo que es más, mi soledad, la gran señora,
como un día de mayo dulcísimo de otoño,
y lo que es más aún, todo mi olvido
para que lo deshagas y dures en la noche, en la
tormenta, en la desgracia,
y más aún, te di mi muerte,
veré subir tu rostro entre el oleaje de las
sombras,
y aún no puedo abarcarte, sigues creciendo como
un fuego, y me destruyes, me construyes, eres oscura como
la luz.
Juan Gelman
mis manos, mi cabeza,
y lo que es más, mi soledad, la gran señora,
como un día de mayo dulcísimo de otoño,
y lo que es más aún, todo mi olvido
para que lo deshagas y dures en la noche, en la
tormenta, en la desgracia,
y más aún, te di mi muerte,
veré subir tu rostro entre el oleaje de las
sombras,
y aún no puedo abarcarte, sigues creciendo como
un fuego, y me destruyes, me construyes, eres oscura como
la luz.
Juan Gelman
Confianzas
se sienta a la mesa y escribe
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
y más: esos versos no han de servirle para
que peones maestros hacheros vivan mejor
coman mejor o él mismo coma viva mejor
ni para enamorar a una le servirán
no ganará plata con ellos
no entrará al cine gratis con ellos
no le darán ropa por ellos
no conseguirá tabaco o vino por ellos
ni papagayos ni bufandas ni barcos
ni toros ni paraguas conseguirá por ellos
si por ellos fuera la lluvia lo mojará
no alcanzará perdón o gracia por ellos
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
se sienta a la mesa y escribe
Juan Gelman
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
y más: esos versos no han de servirle para
que peones maestros hacheros vivan mejor
coman mejor o él mismo coma viva mejor
ni para enamorar a una le servirán
no ganará plata con ellos
no entrará al cine gratis con ellos
no le darán ropa por ellos
no conseguirá tabaco o vino por ellos
ni papagayos ni bufandas ni barcos
ni toros ni paraguas conseguirá por ellos
si por ellos fuera la lluvia lo mojará
no alcanzará perdón o gracia por ellos
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
se sienta a la mesa y escribe
Juan Gelman
Toda poesía es hostil al capitalismo
toda poesía es hostil al capitalismo
puede volverse seca y dura pero no
porque sea pobre sino
para no contribuir a la riqueza oficial
puede ser su manera de protestar de
volverse flaca ya que hay hambre
amarilla de sed y penosa
de puro dolor que hay puede ser que
en cambio abra los callejones del delirio y las bestias
canten atropellándose vivas de
furia de calor sin destino puede
ser que se niegue a sí misma como otra
manera de vencer a la muerte
así como se llora en los velorios
poetas de hoy
poetas de este tiempo
nos separaron de la grey no sé que será de nosotros
conservadores comunistas apolíticos cuando
suceda lo que sucederá pero
toda poesía es hostil al capitalismo
Juan Gelman
puede volverse seca y dura pero no
porque sea pobre sino
para no contribuir a la riqueza oficial
puede ser su manera de protestar de
volverse flaca ya que hay hambre
amarilla de sed y penosa
de puro dolor que hay puede ser que
en cambio abra los callejones del delirio y las bestias
canten atropellándose vivas de
furia de calor sin destino puede
ser que se niegue a sí misma como otra
manera de vencer a la muerte
así como se llora en los velorios
poetas de hoy
poetas de este tiempo
nos separaron de la grey no sé que será de nosotros
conservadores comunistas apolíticos cuando
suceda lo que sucederá pero
toda poesía es hostil al capitalismo
Juan Gelman
Arte poética
Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,
como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del, alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.
A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.
Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.
Juan Gelman
como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del, alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.
A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.
Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.
Juan Gelman
El infierno verdadero
Entre las 5 y las 7,
cada día,
ves a un compañero caer.
No pueden cambiar lo que pasó.
El compañero cae,
y ni la mueca de dolor se le puede apagar,
ni el nombre,
o rostros,
o sueños,
con los que el compañero cortaba la tristeza
con su tijera de oro,
separaba,
a la orilla de un hombre,
o una mujer.
Le juntaba todo el sufrimiento
para sentarlo en su corazón
debajito de un árbol
El mundo llora pidiendo comida
Tanto dolor tiene en la boca
Es dolor que necesita porvenir
El compañero cambiaba al mundo
y le ponía pañales de horizonte.
Ahora, lo ves morir,
cada día.
Pensás que así vive.
Que anda arrastrando
un pedazo de cielo
con las sombras del alba,
donde, entre las 5 y las 7,
cada día,
vuelve a caer, tapado de infinito
Juan Gelman
cada día,
ves a un compañero caer.
No pueden cambiar lo que pasó.
El compañero cae,
y ni la mueca de dolor se le puede apagar,
ni el nombre,
o rostros,
o sueños,
con los que el compañero cortaba la tristeza
con su tijera de oro,
separaba,
a la orilla de un hombre,
o una mujer.
Le juntaba todo el sufrimiento
para sentarlo en su corazón
debajito de un árbol
El mundo llora pidiendo comida
Tanto dolor tiene en la boca
Es dolor que necesita porvenir
El compañero cambiaba al mundo
y le ponía pañales de horizonte.
Ahora, lo ves morir,
cada día.
Pensás que así vive.
Que anda arrastrando
un pedazo de cielo
con las sombras del alba,
donde, entre las 5 y las 7,
cada día,
vuelve a caer, tapado de infinito
Juan Gelman
Estoy sentado como un inválido en el desierto de mi deseo de ti
Me he acostumbrado a beber la noche lentamente,
porque sé que la habitas, no importa dónde,
poblándola de sueños.
El viento de la noche abate estrellas temblorosas en
mis manos, que aún no se conforman, viudas inconsolables
de tu pelo.
En mi corazón se agitan los pájaros que en él sembraste
y a veces les daría la libertad que exigen
para volver a ti, con el helado filo del cuchillo.
Pero no puede ser. Porque estás tan en mí, tan viva
en mí, que si me muero a ti te moriría.
Juan Gelman
porque sé que la habitas, no importa dónde,
poblándola de sueños.
El viento de la noche abate estrellas temblorosas en
mis manos, que aún no se conforman, viudas inconsolables
de tu pelo.
En mi corazón se agitan los pájaros que en él sembraste
y a veces les daría la libertad que exigen
para volver a ti, con el helado filo del cuchillo.
Pero no puede ser. Porque estás tan en mí, tan viva
en mí, que si me muero a ti te moriría.
Juan Gelman
domingo, 29 de enero de 2012
Sefiní
basta por esta noche cierro
la puerta me pongo
el saco guardo
los papelitos donde
no hago sino hablar de ti
mentir sobre tu paradero
cuerpo que me has de temblar
Juan Gelman
la puerta me pongo
el saco guardo
los papelitos donde
no hago sino hablar de ti
mentir sobre tu paradero
cuerpo que me has de temblar
Juan Gelman
PREGUNTAS
Ya que navegas por mi sangre
y conoces mis límites,
y me despiertas en la mitad del día
para acostarme en tu recuerdo
y eres furia de mi paciencia para mí,
dime qué diablos hago,
por qué te necesito,
quien eres, muda, sola, recorriéndome,
razón de mi pasión,
por qué quiero llenarte solamente de mí,
y abarcarte, acabarte,
mezclarme en tus cabellos
y eres única patria
contra las bestias del olvido.
Juan Gelman
y conoces mis límites,
y me despiertas en la mitad del día
para acostarme en tu recuerdo
y eres furia de mi paciencia para mí,
dime qué diablos hago,
por qué te necesito,
quien eres, muda, sola, recorriéndome,
razón de mi pasión,
por qué quiero llenarte solamente de mí,
y abarcarte, acabarte,
mezclarme en tus cabellos
y eres única patria
contra las bestias del olvido.
Juan Gelman
Poco se sabe
Yo no sabía que
no tenerte podía ser dulce como
nombrarte para que vengas aunque
no vengas y no haya sino
tu ausencia tan
dura como el golpe que
me di en la cara pensando en vos
Juan Gelman
no tenerte podía ser dulce como
nombrarte para que vengas aunque
no vengas y no haya sino
tu ausencia tan
dura como el golpe que
me di en la cara pensando en vos
Juan Gelman
Oración de un desocupado
Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,!
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
Juan Gelman
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,!
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
Juan Gelman
Opiniones
Un hombre deseaba violentamente a una mujer,
a unas cuantas personas no les parecía bien,
un hombre deseaba locamente volar,
a unas cuantas personas les parecía mal,
un hombre deseaba ardientemente la Revolución
y contra la opinión de la gendarmería
trepó sobre muros secos de lo debido,
abrió el pecho y sacándose
los alrededores de su corazón,
agitaba violentamente a una mujer,
volaba locamente por el techo del mundo
y los pueblos ardían, las banderas.
Juan Gelman
a unas cuantas personas no les parecía bien,
un hombre deseaba locamente volar,
a unas cuantas personas les parecía mal,
un hombre deseaba ardientemente la Revolución
y contra la opinión de la gendarmería
trepó sobre muros secos de lo debido,
abrió el pecho y sacándose
los alrededores de su corazón,
agitaba violentamente a una mujer,
volaba locamente por el techo del mundo
y los pueblos ardían, las banderas.
Juan Gelman
Mujeres
decir que esa mujer era dos mujeres es decir poquito debía tener unas 12397
mujeres en su mujer era difícil saber con quién trataba uno en ese pueblo de mujeres ejemplo:
yacíamos en un lecho de amor
ella era un alba de algas fosforescentes
cuando la fui a abrazar se convirtió en singapur llena de perros que aullaban
recuerdo cuando se apareció envuelta en rosas de agadir
parecía una constelación en la tierra
parecía que la cruz del sur había bajado a la tierra
esa mujer brillaba como la luna de su voz derecha
como el sol que se ponía en su voz
en las rosas estaban escritos todos los nombres de esa mujer menos uno
y cuando se dio vuelta
su nuca era el plan económico
tenía miles de cifras y la balanza de muertes favorables a la dictadura militar
nunca sabía uno adónde iba a parar esa mujer
yo estaba ligeramente desconcertado
una noche le golpié el hombro para ver con quién era y vi en sus
ojos desiertos un camello
a veces
esa mujer era la banda municipal de mi pueblo
tocaba dulces valses hasta que el trombón empezaba a desafinar
y los demás desafinaban con él
esa mujer tenía la memoria desafinada
usté podía amarla hasta el delirio
hacerle crecer días del sexo tembloroso
hacerla volar como pajarito de sábana
al día siguiente se despertaba hablando de malevich
la memoria le andaba como un reloj con rabia
a las tres de la tarde se acordaba del mulo que le pateó la infancia una noche del ser
ellaba mucho esa mujer y
la devoraron todos los fantasmas que pudo alimentar con sus miles de mujeres
y era una banda municipal desafinada
yéndose por las sombras de la placita de mi pueblo
yo compañeros una noche como ésta que nos empapan los rostros que a lo mejor morimos
monté en el camellito que esperaba en sus ojos y me fui de las costas tibias de esa mujer
callado como un niño bajo los gordos buitres que me comen de todo menos el pensamiento de cuando ella se unía como un ramo de dulzura y lo tiraba en la tarde
Juan Gelman
mujeres en su mujer era difícil saber con quién trataba uno en ese pueblo de mujeres ejemplo:
yacíamos en un lecho de amor
ella era un alba de algas fosforescentes
cuando la fui a abrazar se convirtió en singapur llena de perros que aullaban
recuerdo cuando se apareció envuelta en rosas de agadir
parecía una constelación en la tierra
parecía que la cruz del sur había bajado a la tierra
esa mujer brillaba como la luna de su voz derecha
como el sol que se ponía en su voz
en las rosas estaban escritos todos los nombres de esa mujer menos uno
y cuando se dio vuelta
su nuca era el plan económico
tenía miles de cifras y la balanza de muertes favorables a la dictadura militar
nunca sabía uno adónde iba a parar esa mujer
yo estaba ligeramente desconcertado
una noche le golpié el hombro para ver con quién era y vi en sus
ojos desiertos un camello
a veces
esa mujer era la banda municipal de mi pueblo
tocaba dulces valses hasta que el trombón empezaba a desafinar
y los demás desafinaban con él
esa mujer tenía la memoria desafinada
usté podía amarla hasta el delirio
hacerle crecer días del sexo tembloroso
hacerla volar como pajarito de sábana
al día siguiente se despertaba hablando de malevich
la memoria le andaba como un reloj con rabia
a las tres de la tarde se acordaba del mulo que le pateó la infancia una noche del ser
ellaba mucho esa mujer y
la devoraron todos los fantasmas que pudo alimentar con sus miles de mujeres
y era una banda municipal desafinada
yéndose por las sombras de la placita de mi pueblo
yo compañeros una noche como ésta que nos empapan los rostros que a lo mejor morimos
monté en el camellito que esperaba en sus ojos y me fui de las costas tibias de esa mujer
callado como un niño bajo los gordos buitres que me comen de todo menos el pensamiento de cuando ella se unía como un ramo de dulzura y lo tiraba en la tarde
Juan Gelman
La economía es una ciencia
En el decenio que siguió a la crisis
se notó la declinación del coeficiente de ternura
en todos los países considerados
o sea
tu país
mí país
los países que crecían entre tu alma y mi alma
de repente duraban un instante y antes de irse
o desaparecer dejaban caer sábanas
llenas de nuestros sexos
que salían volando alrededor como perdices.
¿Quiere decir que cada vez que hicimos el amor
dejábamos nuestros sexos allí,
y ellos seguían vivitos y coleando como perdices suavísimas?
Qué raro, mirá que lavábamos las sábanas
con subordinación y valor
para que los jugos de la noche pasada
no inauguraran el pasado
y ningún pasado pusiera una oficina entre nosotros
para ordenarnos el hoy
porque el alma amorosa es desordenada y perfecta
tiene mucha limpieza y lindura
se necesita todo un Dios para encerrarla
como le pasó a Don Francisco
que así pudo cruzar el agua fría de la muerte.
Es bien raro eso de nuestros sexos volando
pero recuerdo ahora que cada vez que yo entraba en tu sexo
y me bañaban tus espumas purísimas con impaciencia
y dulzura y valor
me parecía oír un pajarerío en el bosque de vos
como amor encendiendo otro amor,
o más, es cierto que cada vez nuestros sexos resucitaban
y se ponían a dar vueltas entre ellos
como maripositas encandiladas por el fuego
y se querían morir de nuevo
buscando incesantemente la libertad
y había un país entre la vida y la muerte
donde todo era consolación y hermosura
y no poseíamos nuestro corazón
y nuestros sexos se perdían como almas en la noche
y nunca más los volvíamos a ver para entender
estudio los índices de la tasa de inversión bruta
los índices de la productividad marginal de las inversiones
los índices de crecimiento del producto amoroso
otros índices que es aburrido hablar aquí
y no entiendo nada.
La economía es bien curiosa
al pequeño ahorrista del alma lo engañan en Wall Street
los sueldos de la ternura son bajos
subsiste la injusticia en el mercado mundial del amor,
el aprendiz está rodeado de nubes que parecen elefantes,
eso no le da dicha ni desdicha
en medio de las razones
las redenciones
las resurrecciones.
Se lleva el alma a la nariz para sentir tus perjúmenes
estoy viendo volar los pajaritos que te salían del sexo
mejor dicho
de más allá todavía
de todo lo que valías
o brillabas
o eras
y dabas como jugos de la noche.
Juan Gelman
se notó la declinación del coeficiente de ternura
en todos los países considerados
o sea
tu país
mí país
los países que crecían entre tu alma y mi alma
de repente duraban un instante y antes de irse
o desaparecer dejaban caer sábanas
llenas de nuestros sexos
que salían volando alrededor como perdices.
¿Quiere decir que cada vez que hicimos el amor
dejábamos nuestros sexos allí,
y ellos seguían vivitos y coleando como perdices suavísimas?
Qué raro, mirá que lavábamos las sábanas
con subordinación y valor
para que los jugos de la noche pasada
no inauguraran el pasado
y ningún pasado pusiera una oficina entre nosotros
para ordenarnos el hoy
porque el alma amorosa es desordenada y perfecta
tiene mucha limpieza y lindura
se necesita todo un Dios para encerrarla
como le pasó a Don Francisco
que así pudo cruzar el agua fría de la muerte.
Es bien raro eso de nuestros sexos volando
pero recuerdo ahora que cada vez que yo entraba en tu sexo
y me bañaban tus espumas purísimas con impaciencia
y dulzura y valor
me parecía oír un pajarerío en el bosque de vos
como amor encendiendo otro amor,
o más, es cierto que cada vez nuestros sexos resucitaban
y se ponían a dar vueltas entre ellos
como maripositas encandiladas por el fuego
y se querían morir de nuevo
buscando incesantemente la libertad
y había un país entre la vida y la muerte
donde todo era consolación y hermosura
y no poseíamos nuestro corazón
y nuestros sexos se perdían como almas en la noche
y nunca más los volvíamos a ver para entender
estudio los índices de la tasa de inversión bruta
los índices de la productividad marginal de las inversiones
los índices de crecimiento del producto amoroso
otros índices que es aburrido hablar aquí
y no entiendo nada.
La economía es bien curiosa
al pequeño ahorrista del alma lo engañan en Wall Street
los sueldos de la ternura son bajos
subsiste la injusticia en el mercado mundial del amor,
el aprendiz está rodeado de nubes que parecen elefantes,
eso no le da dicha ni desdicha
en medio de las razones
las redenciones
las resurrecciones.
Se lleva el alma a la nariz para sentir tus perjúmenes
estoy viendo volar los pajaritos que te salían del sexo
mejor dicho
de más allá todavía
de todo lo que valías
o brillabas
o eras
y dabas como jugos de la noche.
Juan Gelman
Gotán
Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.
Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.
Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.
Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.
Juan Gelman
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.
Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.
Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.
Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.
Juan Gelman
Epitafio
Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.
Juan Gelman
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.
Juan Gelman
Certezas
A ver cómo es.
Estaba quieta la inquietud por una vez.
La desazón en sazón y
¡cómo se parecía el mundo a Gerarda
envuelta en sensaciones de encaje!
Las palabras chocan contra la tarde
/y no la descomponen.
La furia no me deja solo conmigo.
Habrá que recortar la sombra militar.
¡Camaradas especialistas en esperar cansancios:
apaguen el amor dudoso
que baja humilde y despacito!
Hasta el revés del cosmos morirá!
Juan Gelman
Estaba quieta la inquietud por una vez.
La desazón en sazón y
¡cómo se parecía el mundo a Gerarda
envuelta en sensaciones de encaje!
Las palabras chocan contra la tarde
/y no la descomponen.
La furia no me deja solo conmigo.
Habrá que recortar la sombra militar.
¡Camaradas especialistas en esperar cansancios:
apaguen el amor dudoso
que baja humilde y despacito!
Hasta el revés del cosmos morirá!
Juan Gelman
Ausencia de amor
Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.
Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobre cristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.
Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado.
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.
Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.
Juan Gelman
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.
Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobre cristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.
Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado.
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.
Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.
Juan Gelman
Qué son las islas
Esto tienen de bueno los poetas,
Que han dicho lo que uno quería decir.
¿Dé que otra manera comunicarle lo que sintió
Al ver desde el aire los islotes verdes desparramados por el mar,
y cuando ya en el barco contempló a lo lejos el borde agreste
de la isla,
Sino como ya lo escribió la poeta:
¿Qué son las islas si no estás tú?
Eso es lo que gritó al aire luminoso de la tarde
Y lo que musitó después en la atormentada noche,
Añadiendo un nombre que en la cabina sonaba extraño
Como una flor de otro planeta.
¿Y podrá creer que la playa maravillosa,
Con su cadera de oro mordida por un ávido mar,
y la planicie del centro echada como un manto
No han podido ser gran cosa no estando ella,
Que ha dejado despoblada y silenciosa
Esa ciudad, ojo de la violencia, que ella hechizara
Marcando los lugares de encuentros y despedidas
Con una nostalgia como una cicatriz?
Roberto Fernández Retamar
Que han dicho lo que uno quería decir.
¿Dé que otra manera comunicarle lo que sintió
Al ver desde el aire los islotes verdes desparramados por el mar,
y cuando ya en el barco contempló a lo lejos el borde agreste
de la isla,
Sino como ya lo escribió la poeta:
¿Qué son las islas si no estás tú?
Eso es lo que gritó al aire luminoso de la tarde
Y lo que musitó después en la atormentada noche,
Añadiendo un nombre que en la cabina sonaba extraño
Como una flor de otro planeta.
¿Y podrá creer que la playa maravillosa,
Con su cadera de oro mordida por un ávido mar,
y la planicie del centro echada como un manto
No han podido ser gran cosa no estando ella,
Que ha dejado despoblada y silenciosa
Esa ciudad, ojo de la violencia, que ella hechizara
Marcando los lugares de encuentros y despedidas
Con una nostalgia como una cicatriz?
Roberto Fernández Retamar
Por primera vez
En países y más países,
Casas, hoteles, embajadas,
Suelos, hamacas, autos, tierra,
Rodeados de agua o sobre el lino.
Olor de desnudez primera.
Vasija de arcilla sonora.
Sorprendente, augusta, profunda.
Camanances, colinas, bosques.
Como leones, como santos.
Lo antiguo, lo simple, l0 súbito.
La plegaria, el descubrimiento.
La conquista, la reconquista.
El relámpago de ojos de humo.
Cada desgarradura sólo
Para encenderse con más fuego,
Con más seguridad de aurora.
Ya él no puede perderla más.
Ya la perdió toda una vida.
Ahora de nuevo y para siempre
Va a amarla por primera vez.
Roberto Fernández Retamar
Casas, hoteles, embajadas,
Suelos, hamacas, autos, tierra,
Rodeados de agua o sobre el lino.
Olor de desnudez primera.
Vasija de arcilla sonora.
Sorprendente, augusta, profunda.
Camanances, colinas, bosques.
Como leones, como santos.
Lo antiguo, lo simple, l0 súbito.
La plegaria, el descubrimiento.
La conquista, la reconquista.
El relámpago de ojos de humo.
Cada desgarradura sólo
Para encenderse con más fuego,
Con más seguridad de aurora.
Ya él no puede perderla más.
Ya la perdió toda una vida.
Ahora de nuevo y para siempre
Va a amarla por primera vez.
Roberto Fernández Retamar
La veo encanecer sobre los rasgos que amé en otra cara...
La veo encanecer sobre los rasgos que amé en otra cara
cuando su presencia era sólo un ardiente deseo,
Sobre los rasgos que después se repitieron y florecieron
ante mis ojos maravillados.
Ahora batalla contra dolores ajenos que hace suyos, y se
derrama en los otros con la misma tenacidad
Con que volvía del colegio enarbolando relucientes colores,
O de la beca con una confianza que nos avergonzaba en
que su escuela era la mejor del mundo.
Ya no cree en esas ilusiones ni en tantas otras, e ignora
aún, como ignoramos todos,
Que las creencias reales no desaparecen: se hunden y
transfiguran:
Una semilla, un conato verde, un arbusto, unas flores
Que esparcen sus semillas en el viento.
Y alivia penas, siembra certidumbres tan imprescindibles
como imposibles,
Porque al cabo La Sin Ojos puede más y nos arrastra
hueco abajo,
Detiene corazones de verdad, inflama riñones, desgarra
El estómago, el hígado, la garganta, el pulmón,
Pulveriza columnas y castillos, confunde
A la pobre jactanciosa ave a la cual rompe la brújula que
señala entonces los cuatro puntos cardinales
Y no puede impedir que irrumpan pensamientos no
pensados,
Ruidos fétidos en la cinta de la sonata cristalina.
Quién salvará, querida Haydee, Raúl querido, a los
pasajeros de la barca
Con el cangrejo, la soga, la oreja cortada y el disparo.
Regresan las palabras que me enviara niña a la lejana
guerra bárbara
Y que luego la hicieron sonrojar y el olvido pretendió
desvanecer piadosamente,
Regresan sin quererlo, sin saberlo,
En los cuentos africanos inesperados o quizá siempre
esperados
De que habla en la cerrada tiniebla.
No le vemos el rostro sobre el cual encanece.
Solo nos llega su voz encendida por la conversación del
amigo generoso.
Sólo vemos algunas estrellas, vagas siluetas de gatos como
Música,
Y de vez en cuando ráfagas de autos y la punta roja del
cigarro
Titilando entre las plantas embozadas del portal y el
jardín.
Dios mío en que no puedo creer, cómo será
La visita de situaciones y personajes imperiosamente
reclamados
Cuando da consulta, cuando friega, cuando intenta
descansar,
Cuando los dos años del capitán exigen su ternura de
pájara, su alerta de pantera.
Qué conoce de esas aventuras quien traza en verso o en
prosa rota para pedir
Otra mirada, luz para su desvarío,
Quien traza sobre el papel signos como monedas antiguas
Sobrevivientes después del cambio de moneda en la mano
Del que no tiene tiempo ni deseo para buscar otras
aunque sepa bien
Que después del cambio una moneda con la cual nada se
puede comprar
Ya no es una moneda, sino un simple pedazo de metal
Más parecido a una vasija acaso venerable o mejor
Al trasto echado en el cesto que ahora hasta él escasea.
Cómo será, Dios mío.
Sólo inventé seres para mis breves crédulas,
Como las figuras que el techo carcomido ofrecía
O como Paco Robarroz cuyo nombre escribo esta
madrugada por vez primera.
La oigo encanecer mientras la penumbra hace avanzar sus
pabellones
O sobre todo llega de pronto interrumpiendo
Programas y lecturas y escrituras.
Estas mismas líneas las borroneo a la dudosa luz de una
linterna agonizante
Porque me han arrancado del sueño, me han demandado
Salir afuera, y yo las obedezco con molestia y entusiasmo,
Pues aunque necesitaba dormir, estoy fatigado, quizá
enfermo,
He nacido, y es mi felicidad, para cauce de ellas,
A las cuales no les importa que sean o no aceptadas. Lo
que quieren, lo que requieren
Es echarse sobre el papel como la amada criatura desnuda
sobre la sábana,
No tanto para el goce como para otro nacimiento.
La oigo encanecer y sin embargo las palabras reverdecen
en ella
Contra lo oscuro, contra la enfermedad,
Contra la descreencia, contra la lasitud.
Toda la noche esplende como un palacio iluminado
Cuando su voz llena el aire de peripecias que trajo al mundo,
Este pobre mundo que alguien trajo a su vez
Y ahora está detenido en la inmensidad
Sobre la cabecita de una dulce niña que encanece,
Mientras la escuchamos con un amor sin bordes
Similar a la tan difícil pero irrenunciable esperanza.
La Habana, 28 de julio de 1993
Roberto Fernández Retamar
cuando su presencia era sólo un ardiente deseo,
Sobre los rasgos que después se repitieron y florecieron
ante mis ojos maravillados.
Ahora batalla contra dolores ajenos que hace suyos, y se
derrama en los otros con la misma tenacidad
Con que volvía del colegio enarbolando relucientes colores,
O de la beca con una confianza que nos avergonzaba en
que su escuela era la mejor del mundo.
Ya no cree en esas ilusiones ni en tantas otras, e ignora
aún, como ignoramos todos,
Que las creencias reales no desaparecen: se hunden y
transfiguran:
Una semilla, un conato verde, un arbusto, unas flores
Que esparcen sus semillas en el viento.
Y alivia penas, siembra certidumbres tan imprescindibles
como imposibles,
Porque al cabo La Sin Ojos puede más y nos arrastra
hueco abajo,
Detiene corazones de verdad, inflama riñones, desgarra
El estómago, el hígado, la garganta, el pulmón,
Pulveriza columnas y castillos, confunde
A la pobre jactanciosa ave a la cual rompe la brújula que
señala entonces los cuatro puntos cardinales
Y no puede impedir que irrumpan pensamientos no
pensados,
Ruidos fétidos en la cinta de la sonata cristalina.
Quién salvará, querida Haydee, Raúl querido, a los
pasajeros de la barca
Con el cangrejo, la soga, la oreja cortada y el disparo.
Regresan las palabras que me enviara niña a la lejana
guerra bárbara
Y que luego la hicieron sonrojar y el olvido pretendió
desvanecer piadosamente,
Regresan sin quererlo, sin saberlo,
En los cuentos africanos inesperados o quizá siempre
esperados
De que habla en la cerrada tiniebla.
No le vemos el rostro sobre el cual encanece.
Solo nos llega su voz encendida por la conversación del
amigo generoso.
Sólo vemos algunas estrellas, vagas siluetas de gatos como
Música,
Y de vez en cuando ráfagas de autos y la punta roja del
cigarro
Titilando entre las plantas embozadas del portal y el
jardín.
Dios mío en que no puedo creer, cómo será
La visita de situaciones y personajes imperiosamente
reclamados
Cuando da consulta, cuando friega, cuando intenta
descansar,
Cuando los dos años del capitán exigen su ternura de
pájara, su alerta de pantera.
Qué conoce de esas aventuras quien traza en verso o en
prosa rota para pedir
Otra mirada, luz para su desvarío,
Quien traza sobre el papel signos como monedas antiguas
Sobrevivientes después del cambio de moneda en la mano
Del que no tiene tiempo ni deseo para buscar otras
aunque sepa bien
Que después del cambio una moneda con la cual nada se
puede comprar
Ya no es una moneda, sino un simple pedazo de metal
Más parecido a una vasija acaso venerable o mejor
Al trasto echado en el cesto que ahora hasta él escasea.
Cómo será, Dios mío.
Sólo inventé seres para mis breves crédulas,
Como las figuras que el techo carcomido ofrecía
O como Paco Robarroz cuyo nombre escribo esta
madrugada por vez primera.
La oigo encanecer mientras la penumbra hace avanzar sus
pabellones
O sobre todo llega de pronto interrumpiendo
Programas y lecturas y escrituras.
Estas mismas líneas las borroneo a la dudosa luz de una
linterna agonizante
Porque me han arrancado del sueño, me han demandado
Salir afuera, y yo las obedezco con molestia y entusiasmo,
Pues aunque necesitaba dormir, estoy fatigado, quizá
enfermo,
He nacido, y es mi felicidad, para cauce de ellas,
A las cuales no les importa que sean o no aceptadas. Lo
que quieren, lo que requieren
Es echarse sobre el papel como la amada criatura desnuda
sobre la sábana,
No tanto para el goce como para otro nacimiento.
La oigo encanecer y sin embargo las palabras reverdecen
en ella
Contra lo oscuro, contra la enfermedad,
Contra la descreencia, contra la lasitud.
Toda la noche esplende como un palacio iluminado
Cuando su voz llena el aire de peripecias que trajo al mundo,
Este pobre mundo que alguien trajo a su vez
Y ahora está detenido en la inmensidad
Sobre la cabecita de una dulce niña que encanece,
Mientras la escuchamos con un amor sin bordes
Similar a la tan difícil pero irrenunciable esperanza.
La Habana, 28 de julio de 1993
Roberto Fernández Retamar
Fue en Los Robles donde ella, que sabía...
Fue en Los Robles donde ella, que sabía,
Dijera la verdad. Aquella noche
Estaban dadas todas las estrellas.
Tiempo de suspirar juntas las bocas.
Parpadeaba una luz, alguien volvía
A hacer la hoguera frente a la caverna.
Marcharon entre armas a la gloria.
Nada en su cuerpo, suave como el agua,
Anunciaba los hijos de su cuerpo.
Era toda alma en la soñada cama,
Era un incendio, era una primavera,
Una muchacha azul bajo la lluvia,
Una bahía en quien entrar a gritos,
Una bandera ondeando en el combate,
Una batalla de azucenas cálidas.
Era ella.
Roberto Fernández Retamar
Dijera la verdad. Aquella noche
Estaban dadas todas las estrellas.
Tiempo de suspirar juntas las bocas.
Parpadeaba una luz, alguien volvía
A hacer la hoguera frente a la caverna.
Marcharon entre armas a la gloria.
Nada en su cuerpo, suave como el agua,
Anunciaba los hijos de su cuerpo.
Era toda alma en la soñada cama,
Era un incendio, era una primavera,
Una muchacha azul bajo la lluvia,
Una bahía en quien entrar a gritos,
Una bandera ondeando en el combate,
Una batalla de azucenas cálidas.
Era ella.
Roberto Fernández Retamar
Felices los normales
Felices los normales, esos seres extraños,
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.
Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.
Roberto Fernández Retamar
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.
Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.
Roberto Fernández Retamar
Con la forastera
Pues no tendrán en común ni un idioma
(No digamos una ciudad, un hogar, un hijo),
Ni siquiera esas canciones, esos sitios,
Esos olores que acaso sólo nos parecen hermosos porque
nos recuerdan un recuerdo,
Porque nos recuerdan a nosotros mismos, y quizá lo que
llamamos belleza
No sea sino la terca persistencia del ser más allá de sí mismo,
Más allá de su lugar y su tiempo, como la luz de un astro
hace siglos apagado.
Pero astros sí tendrán en común. Al levantar los ojos
No habrá en el cielo país extranjero.
Aquellas estrellas son estas mismas estrellas,
No distan más de esa ciudad lejana que de ésta.
Aquellas montañas y este mar les son igualmente familiares
O igualmente extraños.
Y también unas desperdigadas horas de febrero
pertenecientes para siempre
Al insaciable pasado.
Roberto Fernández Retamar
(No digamos una ciudad, un hogar, un hijo),
Ni siquiera esas canciones, esos sitios,
Esos olores que acaso sólo nos parecen hermosos porque
nos recuerdan un recuerdo,
Porque nos recuerdan a nosotros mismos, y quizá lo que
llamamos belleza
No sea sino la terca persistencia del ser más allá de sí mismo,
Más allá de su lugar y su tiempo, como la luz de un astro
hace siglos apagado.
Pero astros sí tendrán en común. Al levantar los ojos
No habrá en el cielo país extranjero.
Aquellas estrellas son estas mismas estrellas,
No distan más de esa ciudad lejana que de ésta.
Aquellas montañas y este mar les son igualmente familiares
O igualmente extraños.
Y también unas desperdigadas horas de febrero
pertenecientes para siempre
Al insaciable pasado.
Roberto Fernández Retamar
Agradeciendo el regalo de una pluma de faisán
Con esta hermosa pluma tornasolada puedo
Escribir las palabras en que García Lorca
Dijo
Herido de amor huido.
Dijo que en tus ojos
Había un constante desfile de pájaros,
Un temblor divino como de agua clara
Sorprendida siempre sobre el arrayán.
Escribir las palabras en que Góngora dijo
A batallas de amor campos de pluma.
Escribir las palabras en que Antonio Machado
Dijo
Hoy es siempre todavía.
Roberto Fernández Retamar
Escribir las palabras en que García Lorca
Dijo
Herido de amor huido.
Dijo que en tus ojos
Había un constante desfile de pájaros,
Un temblor divino como de agua clara
Sorprendida siempre sobre el arrayán.
Escribir las palabras en que Góngora dijo
A batallas de amor campos de pluma.
Escribir las palabras en que Antonio Machado
Dijo
Hoy es siempre todavía.
Roberto Fernández Retamar
Yo aquí me despido, vuelvo...
Yo aquí me despido, vuelvo
a mi casa, en mis sueños,
vuelvo a la Patagonia en donde
el viento golpea los establos
y salpica hielo el Océano.
Soy nada más que un poeta: os amo a todos,
ando errante por el mundo que amo:
en mi patria encarcelan mineros
y los soldados mandan a los jueces.
Pero yo amo hasta las raíces
de mi pequeño país frío.
Si tuviera que morir mil veces
allí quiero morir:
si tuviera que nacer mil veces,
allí quiero nacer,
cerca de la araucaria salvaje
del vendaval del viento sur,
de las campanas recién compradas.
Que nadie piense en mí.
Pensemos en toda la tierra,
golpeando con amor en la mesa.
No quiero que vuelva la sangre
a empapar el pan, los frijoles,
la música: quiero que venga
conmigo el minero, la niña,
el abogado, el marinero,
el fabricante de muñecas,
que entremos al cine y salgamos
a beber el vino más rojo.
Yo no vengo a resolver nada.
Yo vine aquí para cantar
y para que cantes conmigo.
Pablo Neruda
a mi casa, en mis sueños,
vuelvo a la Patagonia en donde
el viento golpea los establos
y salpica hielo el Océano.
Soy nada más que un poeta: os amo a todos,
ando errante por el mundo que amo:
en mi patria encarcelan mineros
y los soldados mandan a los jueces.
Pero yo amo hasta las raíces
de mi pequeño país frío.
Si tuviera que morir mil veces
allí quiero morir:
si tuviera que nacer mil veces,
allí quiero nacer,
cerca de la araucaria salvaje
del vendaval del viento sur,
de las campanas recién compradas.
Que nadie piense en mí.
Pensemos en toda la tierra,
golpeando con amor en la mesa.
No quiero que vuelva la sangre
a empapar el pan, los frijoles,
la música: quiero que venga
conmigo el minero, la niña,
el abogado, el marinero,
el fabricante de muñecas,
que entremos al cine y salgamos
a beber el vino más rojo.
Yo no vengo a resolver nada.
Yo vine aquí para cantar
y para que cantes conmigo.
Pablo Neruda
Oda al secreto amor
Tú sabes
que adivinan
el misterio:
me ven,
nos ven,
y nada
se ha dicho,
ni tus ojos,
ni tu voz, ni tu pelo,
ni tu amor han hablado,
y lo saben
de pronto,
sin saberlo
lo saben:
me despido y camino
hacia otro lado
y saben
que me esperas.
Alegre
vivo
y canto
y sueño,
seguro
de mí mismo,
y conocen,
de algún modo,
que tú eres mi alegría.
Ven
a través del pantalón oscuro
las llaves
de tu puerta,
las llaves
del papel, de la luna
en los jazmines,
el canto en la cascada.
Tú, sin abrir la boca,
desbocada,
tú, cerrando los ojos,
cristalina,
tú, custodiando
entre las hojas negras
una paloma roja,
el vuelo
de un escondido corazón,
y entonces
una sílaba,
una gota
del cielo,
un sonido
suave de sombra y polen
en la oreja,
y todos
lo saben,
amor mío,
circula entre los hombres,
en las librerías,
junto a las mujeres,
cerca
del mercado
rueda
el anillo
de nuestro
secreto
amor
secreto.
Déjalo
que se vaya
rodando
por las calles,
que asuste
a los retratos,
a los muros,
que vaya y vuelva
y salga
con las nuevas
legumbres del mercado,
tiene
tierra,
raíces,
y arriba
una amapola,
tu boca:
una amapola.
Todo
nuestro secreto,
nuestra clave,
palabra
oculta,
sombra,
murmullo,
eso
que alguien
dijo
cuando no estábamos presentes,
es sólo una amapola,
una amapola.
Amor,
amor,
amor,
oh flor secreta,
llama
invisible,
clara
quemadura!
Pablo Neruda
que adivinan
el misterio:
me ven,
nos ven,
y nada
se ha dicho,
ni tus ojos,
ni tu voz, ni tu pelo,
ni tu amor han hablado,
y lo saben
de pronto,
sin saberlo
lo saben:
me despido y camino
hacia otro lado
y saben
que me esperas.
Alegre
vivo
y canto
y sueño,
seguro
de mí mismo,
y conocen,
de algún modo,
que tú eres mi alegría.
Ven
a través del pantalón oscuro
las llaves
de tu puerta,
las llaves
del papel, de la luna
en los jazmines,
el canto en la cascada.
Tú, sin abrir la boca,
desbocada,
tú, cerrando los ojos,
cristalina,
tú, custodiando
entre las hojas negras
una paloma roja,
el vuelo
de un escondido corazón,
y entonces
una sílaba,
una gota
del cielo,
un sonido
suave de sombra y polen
en la oreja,
y todos
lo saben,
amor mío,
circula entre los hombres,
en las librerías,
junto a las mujeres,
cerca
del mercado
rueda
el anillo
de nuestro
secreto
amor
secreto.
Déjalo
que se vaya
rodando
por las calles,
que asuste
a los retratos,
a los muros,
que vaya y vuelva
y salga
con las nuevas
legumbres del mercado,
tiene
tierra,
raíces,
y arriba
una amapola,
tu boca:
una amapola.
Todo
nuestro secreto,
nuestra clave,
palabra
oculta,
sombra,
murmullo,
eso
que alguien
dijo
cuando no estábamos presentes,
es sólo una amapola,
una amapola.
Amor,
amor,
amor,
oh flor secreta,
llama
invisible,
clara
quemadura!
Pablo Neruda
Oda al primer día del año
Lo distinguimos
como
si fuera
un caballito
diferente de todos
los caballos.
Adornamos
su frente
con una cinta,
le ponemos
al cuello cascabeles colorados,
y a medianoche
vamos a recibirlo
como si fuera
explorador que baja de una estrella.
Como el pan se parece
al pan de ayer,
como un anillo a todos los anillos:
los días
parpadean
claros, tintineante, fugitivos,
y se recuestan en la noche oscura.
Veo el último
día
de este
año
en un ferrocarril, hacia las lluvias
del distante archipiélago morado,
y el hombre
de la máquina,
complicada como un reloj del cielo,
agachando los ojos
a la infinita
pauta de los rieles,
a las brillantes manivelas,
a los veloces vínculos del fuego.
Oh conductor de trenes
desbocados
hacia estaciones
negras de la noche.
este final
del año
sin mujer y sin hijos,
no es igual al de ayer, al de mañana?
Desde las vías
y las maestranzas
el primer día, la primera aurora
de un año que comienza
el primer día, la primera aurora
de un año que comienza,
tiene el mismo oxidado
color de tren de hierro:
y saludan
los seres del camino,
las vacas, las aldeas,
en el vapor del alba,
sin saber
que se trata
de la puerta del año,
de un día
sacudido
por campanas,
adornado con plumas y claveles,
La tierra
no lo
sabe:
recibirá
este día
dorado, gris, celeste,
lo extenderá en colinas,
lo mojará con
flechas
de
transparente
lluvia,
y luego
lo enrollará
en su tubo,
lo guardará en la sombra.
Así es, pero
pequeña
puerta de la esperanza,
nuevo día del año,
aunque seas igual
como los panes
a todo pan,
te vamos a vivir de otra manera,
te vamos a comer, a florecer,
a esperar.
Te pondremos
como una torta
en nuestra vida,
te encenderemos
como candelabro,
te beberemos
como
si fueras un topacio.
Día
del año
nuevo,
día eléctrico, fresco,
todas
las hojas salen verdes
del
tronco de tu tiempo.
Corónanos
con
agua,
con jazmines
abiertos,
con todos los aromas
desplegados,
sí,
aunque
sólo
seas
un día,
un pobre
día humano,
tu aureola
palpita
sobre tantos
cansados
corazones,
y eres,
oh día
nuevo,
oh nube venidera,
pan nunca visto,
torre
permanente!
Pablo Neruda
como
si fuera
un caballito
diferente de todos
los caballos.
Adornamos
su frente
con una cinta,
le ponemos
al cuello cascabeles colorados,
y a medianoche
vamos a recibirlo
como si fuera
explorador que baja de una estrella.
Como el pan se parece
al pan de ayer,
como un anillo a todos los anillos:
los días
parpadean
claros, tintineante, fugitivos,
y se recuestan en la noche oscura.
Veo el último
día
de este
año
en un ferrocarril, hacia las lluvias
del distante archipiélago morado,
y el hombre
de la máquina,
complicada como un reloj del cielo,
agachando los ojos
a la infinita
pauta de los rieles,
a las brillantes manivelas,
a los veloces vínculos del fuego.
Oh conductor de trenes
desbocados
hacia estaciones
negras de la noche.
este final
del año
sin mujer y sin hijos,
no es igual al de ayer, al de mañana?
Desde las vías
y las maestranzas
el primer día, la primera aurora
de un año que comienza
el primer día, la primera aurora
de un año que comienza,
tiene el mismo oxidado
color de tren de hierro:
y saludan
los seres del camino,
las vacas, las aldeas,
en el vapor del alba,
sin saber
que se trata
de la puerta del año,
de un día
sacudido
por campanas,
adornado con plumas y claveles,
La tierra
no lo
sabe:
recibirá
este día
dorado, gris, celeste,
lo extenderá en colinas,
lo mojará con
flechas
de
transparente
lluvia,
y luego
lo enrollará
en su tubo,
lo guardará en la sombra.
Así es, pero
pequeña
puerta de la esperanza,
nuevo día del año,
aunque seas igual
como los panes
a todo pan,
te vamos a vivir de otra manera,
te vamos a comer, a florecer,
a esperar.
Te pondremos
como una torta
en nuestra vida,
te encenderemos
como candelabro,
te beberemos
como
si fueras un topacio.
Día
del año
nuevo,
día eléctrico, fresco,
todas
las hojas salen verdes
del
tronco de tu tiempo.
Corónanos
con
agua,
con jazmines
abiertos,
con todos los aromas
desplegados,
sí,
aunque
sólo
seas
un día,
un pobre
día humano,
tu aureola
palpita
sobre tantos
cansados
corazones,
y eres,
oh día
nuevo,
oh nube venidera,
pan nunca visto,
torre
permanente!
Pablo Neruda
Oda a la bella desnuda
Con casto corazón, con ojos
puros,
te celebro, belleza,
reteniendo la sangre
para que surja y siga
la línea, tu contorno,
para
que te acuestes a mi oda
como en tierra de bosques o de espuma,
en aroma terrestre
o en música marina.
Bella desnuda,
igual
tus pies arqueados
por un antiguo golpe
de viento o del sonido
que tus orejas,
caracolas mínimas
del espléndido mar americano.
Iguales son tus pechos
de paralela plenitud, colmados
por la luz de la vida.
Iguales son
volando
tus párpados de trigo
que descubren
o cierran
dos países profundos en tus ojos.
La línea que tu espalda
ha dividido
en pálidas regiones
se pierde y surge
en dos tersas mitades
de manzana,
y sigue separando tu hermosura
en dos columnas
de oro quemado, de alabastro fino,
a perderse en tus pies como en dos uvas,
desde donde otra vez arde y se eleva
el árbol doble de tu simetría,
fuego florido, candelabro abierto,
turgente fruta erguida
sobre el pacto del mar y de la tierra.
Tu cuerpo, en qué materia,
ágata, cuarzo, trigo,
se plasmó, fue subiendo
como el pan se levanta
de la temperatura
y señaló colinas
plateadas,
valles de un solo pétalo, dulzuras
de profundo terciopelo,
hasta quedar cuajada
la fina y firme forma femenina?
No sólo es luz que cae
sobre el mundo
lo que alarga en tu cuerpo
su nieve sofocada,
sino que se desprende
de ti la claridad como si fueras
encendida por dentro.
Debajo de tu piel vive la luna.
Pablo Neruda
puros,
te celebro, belleza,
reteniendo la sangre
para que surja y siga
la línea, tu contorno,
para
que te acuestes a mi oda
como en tierra de bosques o de espuma,
en aroma terrestre
o en música marina.
Bella desnuda,
igual
tus pies arqueados
por un antiguo golpe
de viento o del sonido
que tus orejas,
caracolas mínimas
del espléndido mar americano.
Iguales son tus pechos
de paralela plenitud, colmados
por la luz de la vida.
Iguales son
volando
tus párpados de trigo
que descubren
o cierran
dos países profundos en tus ojos.
La línea que tu espalda
ha dividido
en pálidas regiones
se pierde y surge
en dos tersas mitades
de manzana,
y sigue separando tu hermosura
en dos columnas
de oro quemado, de alabastro fino,
a perderse en tus pies como en dos uvas,
desde donde otra vez arde y se eleva
el árbol doble de tu simetría,
fuego florido, candelabro abierto,
turgente fruta erguida
sobre el pacto del mar y de la tierra.
Tu cuerpo, en qué materia,
ágata, cuarzo, trigo,
se plasmó, fue subiendo
como el pan se levanta
de la temperatura
y señaló colinas
plateadas,
valles de un solo pétalo, dulzuras
de profundo terciopelo,
hasta quedar cuajada
la fina y firme forma femenina?
No sólo es luz que cae
sobre el mundo
lo que alarga en tu cuerpo
su nieve sofocada,
sino que se desprende
de ti la claridad como si fueras
encendida por dentro.
Debajo de tu piel vive la luna.
Pablo Neruda
La poesía
Y fue a esa edad... Llegó la poesía a buscarme.
No sé, no sé de dónde salió,
de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.
Yo no sabía qué decir, mi boca no sabía nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
descifrando aquella quemadura,
y escribí la primera línea vaga,
vaga, sin cuerpo, pura tontería,
pura sabiduría
del que no sabe nada,
y vi de pronto el cielo desgranado
y abierto, planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra perforada,
acribillada por flechas, fuego y flores,
la noche arrolladora, el universo.
Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío constelado,
a semejanza, a imagen del misterio,
me sentí parte pura del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.
Pablo Neruda
No sé, no sé de dónde salió,
de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.
Yo no sabía qué decir, mi boca no sabía nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
descifrando aquella quemadura,
y escribí la primera línea vaga,
vaga, sin cuerpo, pura tontería,
pura sabiduría
del que no sabe nada,
y vi de pronto el cielo desgranado
y abierto, planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra perforada,
acribillada por flechas, fuego y flores,
la noche arrolladora, el universo.
Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío constelado,
a semejanza, a imagen del misterio,
me sentí parte pura del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.
Pablo Neruda
La jiribilla
La jiribilla
AMÉRICA, no invoco tu nombre en vano.
Cuando sujeto al corazón la espada,
cuando aguanto en el alma la gotera,
cuando por las ventanas
un nuevo día tuyo me penetra,
soy y estoy en la luz que me produce,
vivo en la sombra que me determina,
duermo y despierto en tu esencial aurora:
dulce como las uvas, y terrible,
conductor del azúcar y el castigo,
empapado en esperma de tu especie,
amamantado en sangre de tu herencia.
Pablo Neruda
AMÉRICA, no invoco tu nombre en vano.
Cuando sujeto al corazón la espada,
cuando aguanto en el alma la gotera,
cuando por las ventanas
un nuevo día tuyo me penetra,
soy y estoy en la luz que me produce,
vivo en la sombra que me determina,
duermo y despierto en tu esencial aurora:
dulce como las uvas, y terrible,
conductor del azúcar y el castigo,
empapado en esperma de tu especie,
amamantado en sangre de tu herencia.
Pablo Neruda
Testamento de otoño
MATILDE URRUTIA, aquí te dejo
lo que tuve y lo que no tuve,
lo que soy y lo que no soy.
Mi amor es un niño que llora:
no quiere salir de tus brazos,
yo te lo dejo para siempre:
eres para mí la más bella.
Eres para mí la más bella,
la más tatuada por el viento
como un arbolito del sur,
como un avellano en agosto.
Eres para mí suculenta
como una panadería,
es de tierra tu corazón,
pero tus manos son celestes.
Eres roja y eres picante,
eres blanca y eres salada
como escabeche de cebolla.
Eres un piano que ríe
con todas las notas del alma
y sobre mí cae la música
de tus pestañas y tu pelo.
Me baño en tu sombra de oro
y me deleitan tus orejas
como si las hubiera visto
en las mareas de coral:
por tus uñas luché en las olas
contra pescados pavorosos.
De Sur a Sur se abren tus ojos
y de Este a Oeste tu sonrisa,
no se te pueden ver los pies
y el sol se entretiene estrellando
el amanecer en tu pelo.
Tu cuerpo y tu rostro llegaron,
como yo, de regiones duras,
de ceremonias lluviosas,
de antiguas tierras y martirios.
Sigue cantando el Bío-Bío
en nuestra arcilla ensangrentada,
pero tú trajiste del bosque
todos los secretos perfumes
y esa manera de lucir
un perfil de flecha perdida,
1Ina medalla de guerrero.
Tú fuiste mi vencedora
por el amor y por la tierra,
porque tu boca me traía
antepasados manantiales,
citas en bosques de otra edad,
oscuros tambores mojados:
de pronto oí que me llamaban,
era de lejos y de cuando
me acerqué al antiguo follaje
y besé mi sangre en tu boca,
corazón mío, mi araucana.
Qué puedo dejarte si tienes,
Matilde Urrutia, en tu costado
ese aroma de hojas quemadas,
esa fragancia de frutillas
y entre tus dos pechos marinos
el crepúsculo de Cauquenes
y el olor de peumo de Chile?
En el alto otoño del mar
lleno de niebla y cavidades,
la tierra se extiende y respira,
se le caen al mes las hojas.
Y tú inclinada en mi trabajo
con tu pasión y tu paciencia
deletreando las patas verdes,
las telarañas, los insectos
de mi mortal caligrafía.
Oh leona de pies pequeñitos,
qué haría sin tus manos breves,
dónde andaría caminando
sin corazón y sin objeto,
en qué lejanos autobuses,
enfermo de fuego o de nieve?
Te debo el otoño marino
con la humedad de las raíces
y la niebla como una uva
y el sol silvestre y elegante:
te debo este cajón callado
en que se pierden los dolores
y sólo suben a la frente
las corolas de la alegría.
Todo te lo debo a ti,
tórtola desencadenada,
mi codorniza copetona,
mi jilguero de las montañas,
mi campesina de Coihueco.
Alguna vez si ya no somos,
si ya no vamos ni venimos
bajo siete capas de polvo
y los pies secos de la muerte,
estaremos juntos, amor ,
extrañamente confundidos.
Nuestras espinas diferentes,
nuestros ojos maleducados,
nuestros pies que no se encontraban
y nuestros besos indelebles,
todo estará por fin reunido,
pero de qué nos servirá
la unidad de un cementerio?
Que no nos separe la vida
y se vaya al diablo la muerte!
Pablo Neruda
lo que tuve y lo que no tuve,
lo que soy y lo que no soy.
Mi amor es un niño que llora:
no quiere salir de tus brazos,
yo te lo dejo para siempre:
eres para mí la más bella.
Eres para mí la más bella,
la más tatuada por el viento
como un arbolito del sur,
como un avellano en agosto.
Eres para mí suculenta
como una panadería,
es de tierra tu corazón,
pero tus manos son celestes.
Eres roja y eres picante,
eres blanca y eres salada
como escabeche de cebolla.
Eres un piano que ríe
con todas las notas del alma
y sobre mí cae la música
de tus pestañas y tu pelo.
Me baño en tu sombra de oro
y me deleitan tus orejas
como si las hubiera visto
en las mareas de coral:
por tus uñas luché en las olas
contra pescados pavorosos.
De Sur a Sur se abren tus ojos
y de Este a Oeste tu sonrisa,
no se te pueden ver los pies
y el sol se entretiene estrellando
el amanecer en tu pelo.
Tu cuerpo y tu rostro llegaron,
como yo, de regiones duras,
de ceremonias lluviosas,
de antiguas tierras y martirios.
Sigue cantando el Bío-Bío
en nuestra arcilla ensangrentada,
pero tú trajiste del bosque
todos los secretos perfumes
y esa manera de lucir
un perfil de flecha perdida,
1Ina medalla de guerrero.
Tú fuiste mi vencedora
por el amor y por la tierra,
porque tu boca me traía
antepasados manantiales,
citas en bosques de otra edad,
oscuros tambores mojados:
de pronto oí que me llamaban,
era de lejos y de cuando
me acerqué al antiguo follaje
y besé mi sangre en tu boca,
corazón mío, mi araucana.
Qué puedo dejarte si tienes,
Matilde Urrutia, en tu costado
ese aroma de hojas quemadas,
esa fragancia de frutillas
y entre tus dos pechos marinos
el crepúsculo de Cauquenes
y el olor de peumo de Chile?
En el alto otoño del mar
lleno de niebla y cavidades,
la tierra se extiende y respira,
se le caen al mes las hojas.
Y tú inclinada en mi trabajo
con tu pasión y tu paciencia
deletreando las patas verdes,
las telarañas, los insectos
de mi mortal caligrafía.
Oh leona de pies pequeñitos,
qué haría sin tus manos breves,
dónde andaría caminando
sin corazón y sin objeto,
en qué lejanos autobuses,
enfermo de fuego o de nieve?
Te debo el otoño marino
con la humedad de las raíces
y la niebla como una uva
y el sol silvestre y elegante:
te debo este cajón callado
en que se pierden los dolores
y sólo suben a la frente
las corolas de la alegría.
Todo te lo debo a ti,
tórtola desencadenada,
mi codorniza copetona,
mi jilguero de las montañas,
mi campesina de Coihueco.
Alguna vez si ya no somos,
si ya no vamos ni venimos
bajo siete capas de polvo
y los pies secos de la muerte,
estaremos juntos, amor ,
extrañamente confundidos.
Nuestras espinas diferentes,
nuestros ojos maleducados,
nuestros pies que no se encontraban
y nuestros besos indelebles,
todo estará por fin reunido,
pero de qué nos servirá
la unidad de un cementerio?
Que no nos separe la vida
y se vaya al diablo la muerte!
Pablo Neruda
Me falta tiempo para celebrar tus cabellos...
Me falta tiempo para celebrar tus cabellos.
Uno por uno debo contarlos y alabarlos:
otros amantes quieren vivir con ciertos ojos,
yo sólo quiero ser tu peluquero.
En Italia te bautizaron Medusa
por la encrespada y alta luz de tu cabellera.
Yo te llamo chascona mía y enmarañada:
mi corazón conoce las puertas de tu pelo.
Cuando tú te extravíes en tus propios cabellos,
no me olvides, acuérdate que te amo,
no me dejes perdido ir sin tu cabellera.
Pablo Neruda
Uno por uno debo contarlos y alabarlos:
otros amantes quieren vivir con ciertos ojos,
yo sólo quiero ser tu peluquero.
En Italia te bautizaron Medusa
por la encrespada y alta luz de tu cabellera.
Yo te llamo chascona mía y enmarañada:
mi corazón conoce las puertas de tu pelo.
Cuando tú te extravíes en tus propios cabellos,
no me olvides, acuérdate que te amo,
no me dejes perdido ir sin tu cabellera.
Pablo Neruda
La luz que de tus pies sube a tu cabellera...
La luz que de tus pies sube a tu cabellera,
la turgencia que envuelve tu forma delicada,
no es de nácar marino, nunca de plata fría:
eres de pan, de pan amado por el fuego.
La harina levantó su granero contigo
y creció incrementada por la edad venturosa,
cuando los cereales duplicaron tu pecho
mi amor era el carbón trabajando en la tierra.
Oh, pan tu frente, pan tus piernas, pan tu boca,
pan que devoro y nace con luz cada mañana,
bienamada, bandera de las panaderías,
una lección de sangre te dio el fuego,
de la harina aprendiste a ser sagrada,
y del pan el idioma y el aroma.
Pablo Neruda
la turgencia que envuelve tu forma delicada,
no es de nácar marino, nunca de plata fría:
eres de pan, de pan amado por el fuego.
La harina levantó su granero contigo
y creció incrementada por la edad venturosa,
cuando los cereales duplicaron tu pecho
mi amor era el carbón trabajando en la tierra.
Oh, pan tu frente, pan tus piernas, pan tu boca,
pan que devoro y nace con luz cada mañana,
bienamada, bandera de las panaderías,
una lección de sangre te dio el fuego,
de la harina aprendiste a ser sagrada,
y del pan el idioma y el aroma.
Pablo Neruda
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo...
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angola, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
Pablo Neruda
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angola, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
Pablo Neruda
Y, sin embargo, amor, a través de las lágrimas...
Y, sin embargo, amor, a través de las lágrimas,
yo sabía que al fin iba a quedarme
desnudo en la ribera de la risa.
Aquí,
hoy,
digo:
siempre recordaré tu desnudez entre mis manos,
tu olor a disfrutada madera de sándalo
clavada junto al sol de la mañana;
tu risa de muchacha,
o de arroyo,
o de pájaro;
tus manos largas y amantes
como un lirio traidor a tus antiguos colores;
tu voz,
tus ojos,
lo de abarcable en ti que entre mis pasos
pensaba sostener con las palabras.
Pero ya no habrá tiempo de llorar.
ha terminado
la hora de la ceniza para mi corazón:
Hace frío sin ti,
pero se vive.
Roque Dalton
yo sabía que al fin iba a quedarme
desnudo en la ribera de la risa.
Aquí,
hoy,
digo:
siempre recordaré tu desnudez entre mis manos,
tu olor a disfrutada madera de sándalo
clavada junto al sol de la mañana;
tu risa de muchacha,
o de arroyo,
o de pájaro;
tus manos largas y amantes
como un lirio traidor a tus antiguos colores;
tu voz,
tus ojos,
lo de abarcable en ti que entre mis pasos
pensaba sostener con las palabras.
Pero ya no habrá tiempo de llorar.
ha terminado
la hora de la ceniza para mi corazón:
Hace frío sin ti,
pero se vive.
Roque Dalton
No te pongas bravo, poeta
La vida paga sus cuentas con tu sangre
y tú sigues creyendo que eres un ruiseñor.
Cógele el cuello de una vez, desnúdala,
túmbala y haz en ella tu pelea de fuego,
rellénale la tripa majestuosa, préñala,
ponla a parir cien años por el corazón.
Pero con lindo modo, hermano,
con un gesto
propicio para la melancolía.
Roque Dalton
y tú sigues creyendo que eres un ruiseñor.
Cógele el cuello de una vez, desnúdala,
túmbala y haz en ella tu pelea de fuego,
rellénale la tripa majestuosa, préñala,
ponla a parir cien años por el corazón.
Pero con lindo modo, hermano,
con un gesto
propicio para la melancolía.
Roque Dalton
María Tecum
María Tecum
Los días de leyenda en que me amabas sin hacer preguntas
hicieron que la ciudad tomara la cara de un juguete
como en los nacimientos al dejarte en las noches
iba a mi casa alegre por calles de aserrín
En el espejo tembloroso y tristón de los charcos
me miraba la cara al lado de la luna
me buscaban tus besos para que no alumbrasen
los sueños de los pájaros perdidos en mi almohada
Policías de barro y gallos de hojalata en silencio
se burlaban de mí guiñándose a saber cómo los inmóviles ojos
y es que e a mi paso hasta los dormidos chismeaban con envidia
en sus habitaciones
decían que tú eras la novia del niño Dios
Con musgo arrancado de donde nacen los Chorros de Colón
me esperaban los jardines del sueño con su frescura verde
pero el calor de la punta de tus dedos había sido una puñalada tan honda
que al amanecer el nixtamalero lavaba en mis pupilas
como en dos huacalitos de sangre su gran ojo desnudo
Entre árboles de papel de china vestidos desde el corazón del añil
pasaba el nuevo día escuchando una orquesta de arcángeles ancianos
que con su cabello de algodón formaban nuevos ríos en la brisa
Después yo te encontraba a la par del crepúsculo
-con su alto árbol de fuego incendiado de veras-
y lamía en tus manos la piel del mazapán
En los alrededores los muñecos con mejillas de flor
bebían sus cervezas de polen y humo
Ay pero a los pocos meses se te ocurrió crecer y te me fuiste lejos
con un horrible gesto de persona mayor
desde entonces la ciudad recobró también su tamaño de siempre
y en sus negras calles de asfalto los ciudadanos pegan con las manos
a mi alma de muchachito triste que todavía necesita jugar
Roque Dalton
Los días de leyenda en que me amabas sin hacer preguntas
hicieron que la ciudad tomara la cara de un juguete
como en los nacimientos al dejarte en las noches
iba a mi casa alegre por calles de aserrín
En el espejo tembloroso y tristón de los charcos
me miraba la cara al lado de la luna
me buscaban tus besos para que no alumbrasen
los sueños de los pájaros perdidos en mi almohada
Policías de barro y gallos de hojalata en silencio
se burlaban de mí guiñándose a saber cómo los inmóviles ojos
y es que e a mi paso hasta los dormidos chismeaban con envidia
en sus habitaciones
decían que tú eras la novia del niño Dios
Con musgo arrancado de donde nacen los Chorros de Colón
me esperaban los jardines del sueño con su frescura verde
pero el calor de la punta de tus dedos había sido una puñalada tan honda
que al amanecer el nixtamalero lavaba en mis pupilas
como en dos huacalitos de sangre su gran ojo desnudo
Entre árboles de papel de china vestidos desde el corazón del añil
pasaba el nuevo día escuchando una orquesta de arcángeles ancianos
que con su cabello de algodón formaban nuevos ríos en la brisa
Después yo te encontraba a la par del crepúsculo
-con su alto árbol de fuego incendiado de veras-
y lamía en tus manos la piel del mazapán
En los alrededores los muñecos con mejillas de flor
bebían sus cervezas de polen y humo
Ay pero a los pocos meses se te ocurrió crecer y te me fuiste lejos
con un horrible gesto de persona mayor
desde entonces la ciudad recobró también su tamaño de siempre
y en sus negras calles de asfalto los ciudadanos pegan con las manos
a mi alma de muchachito triste que todavía necesita jugar
Roque Dalton
Hora de la ceniza
Finaliza septiembre. Es hora de decirte
lo difícil que ha sido no morir.
Por ejemplo, esta tarde
tengo en las manos grises
libros hermosos que no entiendo,
no podría cantar aunque ha cesado ya la lluvia
y me cae sin motivo el recuerdo
del primer perro a quien amé cuando niño.
Desde ayer que te fuiste
hay humedad y frío hasta en la música.
Cuando yo muera,
sólo recordarán mi júbilo matutino y palpable,
mi bandera sin derecho a cansarse,
la concreta verdad que repartí desde el fuego,
el puño que hice unánime
con el clamor de piedra que exigió la esperanza.
Hace frío sin ti. Cuando yo muera,
cuando yo muera
dirán con buenas intenciones
que no supe llorar.
Ahora llueve de nuevo.
Nunca ha sido tan tarde a las siete menos cuarto
como hoy.
Siento deseos de reír
o de matarme.
Roque Dalton
lo difícil que ha sido no morir.
Por ejemplo, esta tarde
tengo en las manos grises
libros hermosos que no entiendo,
no podría cantar aunque ha cesado ya la lluvia
y me cae sin motivo el recuerdo
del primer perro a quien amé cuando niño.
Desde ayer que te fuiste
hay humedad y frío hasta en la música.
Cuando yo muera,
sólo recordarán mi júbilo matutino y palpable,
mi bandera sin derecho a cansarse,
la concreta verdad que repartí desde el fuego,
el puño que hice unánime
con el clamor de piedra que exigió la esperanza.
Hace frío sin ti. Cuando yo muera,
cuando yo muera
dirán con buenas intenciones
que no supe llorar.
Ahora llueve de nuevo.
Nunca ha sido tan tarde a las siete menos cuarto
como hoy.
Siento deseos de reír
o de matarme.
Roque Dalton
El gran despecho
País mío no existes
sólo eres una mala silueta mía
una palabra que le creí al enemigo
antes creía que solamente eras muy chico
que no alcanzabas a tener de una vez
Norte y Sur
pero ahora sé que no existes
y que además parece que nadie te necesita
no se oye hablar a ninguna madre de tí
Ello me alegra
porque prueba que me inventé un país
aunque me deba entonces a los manicomios
soy pues un diocesillo a tu costa
(Quiero decir: por expatriado yo
tú eres ex patria)
Roque Dalton
sólo eres una mala silueta mía
una palabra que le creí al enemigo
antes creía que solamente eras muy chico
que no alcanzabas a tener de una vez
Norte y Sur
pero ahora sé que no existes
y que además parece que nadie te necesita
no se oye hablar a ninguna madre de tí
Ello me alegra
porque prueba que me inventé un país
aunque me deba entonces a los manicomios
soy pues un diocesillo a tu costa
(Quiero decir: por expatriado yo
tú eres ex patria)
Roque Dalton
Como tú
Yo como tú
amo el amor,
la vida,
el dulce encanto de las cosas
el paisaje celeste de los días de enero.
También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.
Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan,
de todos.
Y que mis venas no terminan en mí,
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.
Roque Dalton
amo el amor,
la vida,
el dulce encanto de las cosas
el paisaje celeste de los días de enero.
También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.
Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan,
de todos.
Y que mis venas no terminan en mí,
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.
Roque Dalton
En tu ciudad y laberinto
Guardo en la lengua un último recuerdo: el sabor del mar en la más baja marea de tu aliento. Llegar a ti era esperar de todos tus mares la caída y descender con ellos hasta tu boca voraz de todos los comienzos: nada vi en tu laberinto, entré sin ojos, tocando las paredes, oyéndote llegar, sabiéndote perdida. Los hilos de tu voz me condujeron y estuve así contigo en tu ciudad inaccesible: con tu voz al mar atado sin saberlo. Estoy ahí, nunca he salido.
Alberto Ruy Sánchez
Alberto Ruy Sánchez
Amor constante más allá de la muerte
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Francisco de Quevedo y Villegas
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Francisco de Quevedo y Villegas
viernes, 27 de enero de 2012
Premio a Calderón, en Davos
Como tenía que ocurrir, Felipe Calderón recibió un premio por su genial labor como presidente de México. La lógica se cumple. En un planeta en donde los canallas mandan, los tercermundistas aprendices de canallas, son los que reciben los reconocimientos y los aplausos.
En Davos se habla del sistema de los poderosos. Y se premia a los bodoques que contribuyan a tal sistema. ¿Qué mensaje ha enviado el Foro Económico Mundial al pueblo de México?, pues desde Suiza nos han dicho:
Su presidente no gobierna para su bienestar, sino para el bienestar del sistema económico capitalista que está matando al planeta. Y por eso, le damos un premio. Las decenas de miles de muertos, la desigualdad, el hambre, eso no le importa a nadie. Un presidente mexicano puede llevar a la tumba a un millón de mexicanos, puede ser analfabeta, puede ser un violador o sacerdote de la iglesia católica, eso a quién le importa.
Los mexicanos no cuentan con nadie más que con ellos mismos para cambiar su país. Desde el norte del mundo, los mexicanos son insultados y escupidos.
En Davos se habla del sistema de los poderosos. Y se premia a los bodoques que contribuyan a tal sistema. ¿Qué mensaje ha enviado el Foro Económico Mundial al pueblo de México?, pues desde Suiza nos han dicho:
Su presidente no gobierna para su bienestar, sino para el bienestar del sistema económico capitalista que está matando al planeta. Y por eso, le damos un premio. Las decenas de miles de muertos, la desigualdad, el hambre, eso no le importa a nadie. Un presidente mexicano puede llevar a la tumba a un millón de mexicanos, puede ser analfabeta, puede ser un violador o sacerdote de la iglesia católica, eso a quién le importa.
Los mexicanos no cuentan con nadie más que con ellos mismos para cambiar su país. Desde el norte del mundo, los mexicanos son insultados y escupidos.
Deniev Sentli
domingo, 22 de enero de 2012
Amar al planeta
Debemos tener respeto por el lugar por el que vivimos. Amarlo. Entender que somos de los lugares. Y que esos lugares sólo son nuestros para cuidarlos, porque a ellos nos debemos, y tenemos la obligación y el deber de preservarlos. Veo un futuro en el que entendamos que toda forma de vida se relaciona con nosotros y donde tratemos a esa vida con una gran humildad y respeto.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
¡Desde hace 30 años!
Debió haber empezado hace 30 años la transición hacia una energía menos contaminante. Hace 30 años. Y tenemos en la Casa Blanca y en el Congreso, a personas que tratan de postergarlo todavía más. Es totalmente irracional.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
El capitalismo está extinguiendo a otras especies
No creo ni por un momento que la vida se extinga a pesar de haber alterado radicalmente el aire, el agua y el suelo de la Tierra. La vida ha sido increíblemente tenaz y adaptable. Pero como la especie humana está en la parte superior de la cadena alimenticia, eso nos hace los más vulnerables. La vida ha existido en la Tierra desde hace 3 o 4 mil millones de años. Han existido muchas especies, y el 99.9999 por ciento de todas las especies que han existido, han desaparecido. La tragedia aquí es que somos una especie joven. Y no solo estamos acelerando las condiciones de nuestro propio fin, sino que estamos arrastrando, según el programa ambiental de la ONU, de cincuenta a cincuenta y cinco mil especies al año, que desaparecerán por culpa del ser humano. La tragedia no es la inminente o posible extinción de la humanidad, sino la enorme crisis de extinción que estamos provocando ahora.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
Cuando la especie humana desaparezca
Lo que no sabemos es que en el momento en que perdamos la biodiversidad, el sistema entero empezará a desplomarse. La naturaleza resistirá, así que cuando la especie humana desaparezca, la Tierra va a seguir girando sobre su propio eje feliz, sin los humanos. Y los microbios y los insectos heredarán el mundo, a menos que provoquemos un cambio tan dramático en el clima, que transformemos la Tierra en un planeta como Marte.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
No hay otra Tierra disponible
Podemos ver desde el espacio como los humanos han cambiado la Tierra. Casi toda la tierra disponible ha sido desprovista de bosques y se usa ahora para la agricultura o para desarrollos urbanos. El hielo de los polos se derrite y las áreas desérticas aumentan. Por la noche la Tierra ya no está oscura, extensas zonas están iluminadas. Todo esto demuestra que la explotación del planeta por parte del hombre llega a un límite crítico. Pero las demandas del hombre van en aumento. No podemos continuar contaminando la atmósfera, envenenando los océanos y erosionando la tierra. Ya no hay otra disponible. Estamos ante el riesgo de perder una tercera parte o la mitad de toda la vida existente en la Tierra.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
Los medios de comunicación son los educadores del mundo
Los medios de comunicación son el instrumento por el cual se transmite el conocimiento a nuestra sociedad. Ya no recibimos el conocimiento directamente de la Tierra. Ya no estamos en contacto con las fuentes de nuestra supervivencia. En la sociedad industrial occidental, ya no cultivamos nuestros alimentos, ni aprendemos directamente de nuestras experiencias, ni nuestra familia es la raíz de nuestras elecciones. Somos como astronautas en el espacio, flotando en un universo recreado metálicamente, desconectados de las fuentes de la Tierra. Somos totalmente dependientes de la información que se nos envía desde lugares muy distantes.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
¿Qué es vivir?
Debemos cambiar el concepto de lo que es la vida y de lo que es vivir. Cambiar el aspirar a tener por el aspirar a vivir bien. Es una transformación del pensamiento. Consumir no es malo, pero no hay equilibrio.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
SOMOS UNOS GRANDES IGNORANTES
Somos producto de 500 mil millones de dólares en publicidad cada año. Para cuando un niño llega a la universidad en los EEUU, habrá visto miles de horas de televisión. En promedio 4 horas diarias. Como resultado, según estudios, podrán identificar mil logotipos corporativos. Pero menos de diez plantas y animales nativos de su propia región. No sólo nos hemos convertido en grandes consumidores, sino en grandes ignorantes de los términos bajo los cuales vivimos en la Tierra.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
Nuestro futuro en pocas manos
Nuestro futuro está quedando en pocas manos, por dinero y poder.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
¿Quién paga a los árboles por su trabajo?
Los economistas no incluyen todo lo que la naturaleza hace. Algunas tecnologías jamás podrán hacer lo que la naturaleza hace, por ejemplo: la polinización de todas las plantas en flor. Cuánto nos costaría retirar todo el CO2 del aire y devolverle el oxígeno que todos los árboles hacen por nada. ¿Es posible hacer un cálculo de lo que nos costaría reemplazar a la naturaleza?
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
El sistema económico imperial es un subsistema
Hay que entender que nuestro sistema económico imperial es un subsistema, y que es el subsistema de un gran sistema: la Biosfera. El subsistema está preparado para expandirse indefinidamente, pero el sistema original no crece, permanece igual.
Documental La Última Hora,
Documental La Última Hora,
Los líderes políticos responden al dinero
La realidad es que tenemos líderes políticos que responden al dinero. Exxon Mobil, una empresa petrolera, vale más que todas las empresas automotrices del mundo. ¿Por qué los políticos no responden a la crisis climática? Porque están respondiendo al poder, ala industria de los combustibles fósiles.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
Cambio climático
Cambiará el patrón del ciclo del agua. Cambiará el patrón de las corrientes de los ríos a lo largo del año. Eso amenazará la seguridad de los alimentos, la certeza del abastecimiento de agua, la seguridad del nivel del mar, la seguridad contra tormentas y huracanes.
Documental La Última Hora,
Documental La Última Hora,
¿No necesitamos de la naturaleza?
Vivimos en entornos creados por el hombre en donde es muy fácil pensar: "Somos diferentes de las demàs criaturas." "Somos inteligentes, no necesitamos de la naturaleza."
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
Somos grupos de animales codiciosos
Somos fundamentalmente grupos de animales esparcidos al azar por el planeta, lentamente, uniéndose en grupos que son más o menos poderosos. Y condicionados principalmente por dos elementos esenciales: el oportunismo y la codicia.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
A esto se le llama vida
El cuerpo humano tiene 100 billones de células y un 90 por ciento de ellas no son células humanas, son hongos, bacterias y otros microorganismos. En nosotros se encuentran los antecedentes de la vida en la Tierra. Viven dentro de nosotros, células de hace 40 millones de siglos. Si por un momento, pudieramos detenernos y sentir lo que pasa en nuestro cuerpo, sentiríamos que hay seis cuatrillones de cosas sucediendo al mismo tiempo: ¡6 000 000 000 000 000 000 000 000! Y suceden ahora, en este instante, estando sentados. Y, en diez segundos, habrán pasado cien cosas más en nuestro cuerpo, que lo que pasa en todas las estrellas y planetas y asteroides del universo conocido. Y a eso se le llama vida. Y eso es con lo que estamos acabando.
Documental La Última Hora
Documental La Última Hora
Morgen
Morgen
John Henry Mackay
Und morgen wird die Sonne wieder scheinen
Und auf dem Wege, den ich gehen werde,
Wird uns, die Glücklichen, sie wieder einen
In mitten dieser sonnen at menden Erde
Und zu dem Strand, dem weiten, wogenblauen,
Werden wir still und langsam niedersteigen,
Stumm werden wir uns in die Augen schauen,
Und auf uns sinkt des Glückes stummes Schweigen…
Mañana
Y mañana brillará de nuevo el sol,
Música de Richard Strauss
John Henry Mackay
Und morgen wird die Sonne wieder scheinen
Und auf dem Wege, den ich gehen werde,
Wird uns, die Glücklichen, sie wieder einen
In mitten dieser sonnen at menden Erde
Und zu dem Strand, dem weiten, wogenblauen,
Werden wir still und langsam niedersteigen,
Stumm werden wir uns in die Augen schauen,
Und auf uns sinkt des Glückes stummes Schweigen…
Mañana
Y mañana brillará de nuevo el sol,
y por el sendero que recorreremos
la felicidad de nuevo nos envolverá
en el seno de esta tierra embriagada de sol…
Y hacia la extensa playa de olas azuladas
descenderemos lentamente en silencio,
mudos nos miraremos a los ojos
y sobre nosotros caerá el silencio de la felicidad…
Música de Richard Strauss
Necias creencias antiguas
Las creencias antiguas son difíciles de erradicar incluso aunque sean demostrablemente falsas.
Edward Osborne Wilson
Edward Osborne Wilson
La religión es para salvajes
La religión es el último refugio del salvajismo humano.
Alfred North Whitehead
Alfred North Whitehead
La religión católica es el enemigo número uno de la humanidad pensante
Toda religión es un insulto a la dignidad mental del hombre, pero principalmente la religión católica, que ha elaborado dogmas contrarios a la razón humana. (...) La iglesia católica es lo más hostil que hay contra la libertad del hombre y la estimulación del bien: el mejor organizado sistema de la aberración y el perjuicio, la estupidez y la falacia. Yo creo que la religión católica es el enemigo número uno de la humanidad pensante.
Herbert George Wells
Herbert George Wells
Hablar con la cabeza hueca
Muchas personas están demasiado educadas para hablar con la boca llena, pero no les preocupa hacerlo con la cabeza hueca.
Orson Welles
Orson Welles
La religión es un insulto a la dignidad humana
La religión es un insulto a la dignidad humana. Con o sin ella, encontrarás buena gente haciendo cosas buenas y gente malvada haciendo cosas malas. Pero para que la gente buena haga cosas malvadas, necesitas la religión.
Steven Weinberg
Steven Weinberg
Diálogo entre ciencia y religión
Estoy a favor de un diálogo entre ciencia y religión, pero no uno productivo. Me molesta el hecho... de que mucha gente esté recibiendo la impresión (falsa) de que hay una feliz reconciliación entre la ciencia y la religión. ... La religión... es un insulto a la dignidad humana.
Steven Weinberg
Steven Weinberg
No hay dioses allá arriba
No veo que la genética ofenda a los dioses porque no pienso que haya dioses de ningún tipo allá arriba.
James Dewey Watson
James Dewey Watson
No queremos libros sagrados
No queremos libros sagrados, sino libros verdaderos; no queremos escritos sagrados, sino escritos sensatos.
Lemuel K. Washburn
Lemuel K. Washburn
Pena de muerte
En fecha tan temprana como el año 382 d. C., la iglesia declaró oficialmente que cualquier oposición a su credo en favor de otros debía ser castigada con pena de muerte.
Barbara G. Walter
Barbara G. Walter
Fanatismo en la historia
El ejemplo más horrible del fanatismo que ofrece la historia fue el que dieron los habitantes de París la noche de San Bartolomé, destrozando, asesinando y arrojando por las ventanas a sus conciudadanos que no iban a misa.
Voltaire
Voltaire
Política y religión
En política y en religión, la gente obtuvo sus creencias y convicciones casi siempre de segunda mano y sin examinarlas.
Mark Twain
Mark Twain
¿Creencias o conocimientos?
El hombre es aceptado en la iglesia por sus creencias y rechazado por sus conocimientos.
Mark Twain
Mark Twain
¿Creencias o conocimientos?
El hombre es aceptado en la iglesia por sus creencias y rechazado por sus conocimientos.
Mark Twain
Mark Twain
¿Reír o llorar?
Durante muchas edades hubo brujas. La Biblia lo decía. La Biblia mandaba que no debiera permitírseles vivir. Por lo tanto la Iglesia, después de hacer su trabajo pero de forma ociosa e indolente por 800 años, tomó sus cuerdas, tenazas y atizadores, y se puso a hacer su sagrado trabajo con ganas. Trabajó duramente día y noche durante nueve siglos y metió en prisión, torturó, colgó y quemó hordas y ejércitos de brujas, y lavó y limpió al mundo cristiano con su malvada sangre. Luego se descubrió que no existían las brujas, ni las había habido nunca. Uno no sabe si reírse o llorar.
Mark Twain
Mark Twain
¿Reír o llorar?
Durante muchas edades hubo brujas. La Biblia lo decía. La Biblia mandaba que no debiera permitírseles vivir. Por lo tanto la Iglesia, después de hacer su trabajo pero de forma ociosa e indolente por 800 años, tomó sus cuerdas, tenazas y atizadores, y se puso a hacer su sagrado trabajo con ganas. Trabajó duramente día y noche durante nueve siglos y metió en prisión, torturó, colgó y quemó hordas y ejércitos de brujas, y lavó y limpió al mundo cristiano con su malvada sangre. Luego se descubrió que no existían las brujas, ni las había habido nunca. Uno no sabe si reírse o llorar.
Mark Twain
Mark Twain
Todo cambiará
La doctrina cristiana fue hecha pedazos por los estudiosos bíblicos en los siglos XVIII y XIX, pero la información no se difundió al gran público más allá del mundo académico. Con la Era de la Información, todo esto va a cambiar.
Farrell Till
Farrell Till
La maravillosa ciencia
La ciencia tiene una característica maravillosa, y es que aprende de sus errores, que utiliza sus equivocaciones para reexaminar los problemas y volver a intentar resolverlos, cada vez por nuevos caminos.
Ruy Pérez Tamayo
Ruy Pérez Tamayo
El conocimiento y la ignorancia
Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia.
Sócrates
Sócrates
Ciegos siguiendo ciegos
Nada nos enreda en mayores males que el atenernos a los rumores, en la creencia de que lo mejor es lo aceptado por consentimiento de muchos, y el seguir los ejemplos más numerosos, rigiéndonos, no por la razón, sino por la imitación de los demás.
Séneca
Séneca
El sabio
El sabio es el único que escapa a las leyes del género humano, todos los siglos le sirven como a un dios: ¿Se trata del pasado? Su recuerdo lo abraza. ¿Del presente? Lo utiliza. ¿Del futuro? Lo prevé. Así se prolonga su vida, al juntarse en uno solo todos los tiempos.
Séneca
Séneca
La Biblia y la Iglesia contra la mujer
La Biblia y la Iglesia han sido los mayores obstáculos en el camino de la emancipación de la mujer.
Elizabeth Cady Stanton, 1896.
Elizabeth Cady Stanton, 1896.
El público creerá cualquier cosa
El público creerá cualquier cosa, siempre y cuando no esté fundamentada en la verdad.
Edith Sitwell
El conocimiento de Dios
Si es infinitamente bueno, ¿qué razón deberíamos tener para temerle? Si es infinitamente sabio, ¿por qué deberíamos tener dudas concernientes a nuestro futuro? Si lo sabe todo, ¿por qué advertirle de nuestras necesidades y fatigarlo con nuestras oraciones? Si está en todos lados, ¿por qué erigirle templos? Si es justo, ¿por qué temer que castigará a las criaturas a las cuales llenó de debilidades? Si la gracia lo hace todo por ellos, ¿qué razón habrá para recompensarlos? Si él es todopoderoso, ¿cómo ofenderlo, cómo resistírsele? Si es razonable, ¿cómo puede enojarse con los ciegos, a quienes les ha dado la libertad de ser irrazonables? Si es inamovible, ¿con qué derecho pretendemos hacerlo cambiar sus designios? Si es imposible de concebir, ¿por qué habremos de ocuparnos de él? Si él ha hablado, ¿por qué el Universo no se ha convencido? Si el conocimiento de un Dios es el más necesario, ¿por qué no es el más evidente y el más claro?
Percy Bysshe Shelley
Percy Bysshe Shelley
El origen de Dios
En una palabra, el hombre siempre ha respetado las causas desconocidas, los efectos sorprendentes que su ignorancia no le permitió desentrañar. Fue en este desconocimiento de la naturaleza que el hombre erigió el coloso imaginario de la Divinidad.
Percy Bysshe Shelley
Percy Bysshe Shelley
Borracho feliz y peligroso
El hecho de que un creyente es más feliz que un escéptico no es más relevante que el hecho de que un borracho es más feliz que un hombre sobrio. La felicidad de la credulidad es un atributo ordinario y peligroso.
George Bernard Shaw
George Bernard Shaw
Borracho feliz y peligroso
El hecho de que un creyente es más feliz que un escéptico no es más relevante que el hecho de que un borracho es más feliz que un hombre sobrio. La felicidad de la credulidad es un atributo ordinario y peligroso.
George Bernard Shaw
George Bernard Shaw
Imposible
Pedir que un gran ingenio, un Goethe, un Shakespeare, acepte por convencimiento los dogmas de una religión cualquiera, es pedir que un gigante calce los zapatos de un enano.
Arthur Schopenhauer
Arthur Schopenhauer
La religión requiere oscuridad
Las religiones son como las luciérnagas. Requieren oscuridad para poder brillar.
Arthur Schopenhauer
Arthur Schopenhauer
La religión santifica a los poderosos
Como historiador, confieso que me resulta un poco gracioso cuando escucho que la tradición judeocristiana es alabada como fuente de nuestra preocupación presente por los derechos humanos, esto es, por la valiosa idea de que todos los individuos en todas partes tienen derecho a la vida, a la libertad, y a la búsqueda de la felicidad sobre esta tierra. De hecho, las grandes épocas de la religión fueron notables por su indiferencia a los derechos humanos en el sentido contemporáneo. Fueron notorias no sólo por su aceptación de la pobreza, la inequidad, la explotación y la opresión, sino también por una entusiasta justificación de la esclavitud, la persecución, el abandono de niños pequeños, la tortura y el genocidio. La religión, durante la mayor parte de la historia de Occidente, vio las pruebas a las que la humanidad se vio sometida en este mundo como ordenadas por el Todopoderoso para probar y purificar a los mortales pecadores... Más aún, la religión santificó la jerarquía, la autoridad y la desigualidad; odiaba la blasfemia y temía la herejía...
Arthur Schlesinger
Las insolencias de la Iglesia católica
A las insolencias reaccionarias de la Iglesia católica hay que responder con la insolencia de la inteligencia viva, del buen sentido, de la palabra responsable. No podemos permitir que la verdad sea ofendida todos los días por presuntos representantes de Dios en la Tierra a los que en realidad sólo les interesa el poder.
José Saramago
José Saramago
Ética es...
Ética es la capacidad de hacer lo que se debe hacer, sin necesidad de vigilantes.
Sanabria
Sanabria
Un canto para Bolívar
PADRE nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire
de toda nuestra extensa latitud silenciosa,
todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada:
tu apellido la caña levanta a la dulzura,
el estaño bolívar tiene un fulgor bolívar,
el pájaro bolívar sobre el volcán bolívar,
la patata, el salitre, las sombras especiales,
las corrientes, las vetas de fosfórica piedra,
todo lo nuestro viene de tu vida apagada,
tu herencia fueron ríos, llanuras, campanarios,
tu herencia es el pan nuestro de cada día, padre.
Tu pequeño cadáver de capitán valiente
ha extendido en lo inmenso su metálica forma,
de pronto salen dedos tuyos entre la nieve
y el austral pescador saca a la luz de pronto
tu sonrisa, tu voz palpitando en las redes.
De qué color la rosa que junto a tu alma alcemos?
Roja será la rosa que recuerde tu paso.
Cómo serán las manos que toquen tu ceniza?
Rojas serán las manos que en tu ceniza nacen.
Y cómo es la semilla de tu corazón muerto?
Es roja la semilla de tu corazón vivo.
Por eso es hoy la ronda de manos junto a ti.
Junto a mi mano hay otra y hay otra junto a ella,
y otra más, hasta el fondo del continente oscuro.
Y otra mano que tú no conociste entonces
viene también, Bolívar, a estrechar a la tuya:
de Teruel, de Madrid, del Jarama, del Ebro,
de la cárcel, del aire, de los muertos de España
llega esta mano roja que es hija de la tuya.
Capitán, combatiente, donde una boca
grita libertad, donde un oído escucha,
donde un soldado rojo rompe una frente parda,
donde un laurel de libres brota, donde una nueva
bandera se adorna con la sangre de nuestra insigne aurora,
Bolívar, capitán, se divisa tu rostro.
Otra vez entre pólvora y humo tu espada está naciendo.
Otra vez tu bandera con sangre se ha bordado.
Los malvados atacan tu semilla de nuevo,
clavado en otra cruz está el hijo del hombre.
Pero hacia la esperanza nos conduce tu sombra,
el laurel y la luz de tu ejército rojo
a través de la noche de América con tu mirada mira.
Tus ojos que vigilan más allá de los mares,
más allá de los pueblos oprimidos y heridos,
más allá de las negras ciudades incendiadas,
tu voz nace de nuevo, tu mano otra vez nace:
tu ejército defiende las banderas sagradas:
la Libertad sacude las campanas sangrientas,
y un sonido terrible de dolores precede
la aurora enrojecida por la sangre del hombre.
Libertador, un mundo de paz nació en tus brazos.
La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron,
de nuestra joven sangre venida de tu sangre
saldrán paz, pan y trigo para el mundo que haremos.
Yo conocí a Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
"Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo".
de toda nuestra extensa latitud silenciosa,
todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada:
tu apellido la caña levanta a la dulzura,
el estaño bolívar tiene un fulgor bolívar,
el pájaro bolívar sobre el volcán bolívar,
la patata, el salitre, las sombras especiales,
las corrientes, las vetas de fosfórica piedra,
todo lo nuestro viene de tu vida apagada,
tu herencia fueron ríos, llanuras, campanarios,
tu herencia es el pan nuestro de cada día, padre.
Tu pequeño cadáver de capitán valiente
ha extendido en lo inmenso su metálica forma,
de pronto salen dedos tuyos entre la nieve
y el austral pescador saca a la luz de pronto
tu sonrisa, tu voz palpitando en las redes.
De qué color la rosa que junto a tu alma alcemos?
Roja será la rosa que recuerde tu paso.
Cómo serán las manos que toquen tu ceniza?
Rojas serán las manos que en tu ceniza nacen.
Y cómo es la semilla de tu corazón muerto?
Es roja la semilla de tu corazón vivo.
Por eso es hoy la ronda de manos junto a ti.
Junto a mi mano hay otra y hay otra junto a ella,
y otra más, hasta el fondo del continente oscuro.
Y otra mano que tú no conociste entonces
viene también, Bolívar, a estrechar a la tuya:
de Teruel, de Madrid, del Jarama, del Ebro,
de la cárcel, del aire, de los muertos de España
llega esta mano roja que es hija de la tuya.
Capitán, combatiente, donde una boca
grita libertad, donde un oído escucha,
donde un soldado rojo rompe una frente parda,
donde un laurel de libres brota, donde una nueva
bandera se adorna con la sangre de nuestra insigne aurora,
Bolívar, capitán, se divisa tu rostro.
Otra vez entre pólvora y humo tu espada está naciendo.
Otra vez tu bandera con sangre se ha bordado.
Los malvados atacan tu semilla de nuevo,
clavado en otra cruz está el hijo del hombre.
Pero hacia la esperanza nos conduce tu sombra,
el laurel y la luz de tu ejército rojo
a través de la noche de América con tu mirada mira.
Tus ojos que vigilan más allá de los mares,
más allá de los pueblos oprimidos y heridos,
más allá de las negras ciudades incendiadas,
tu voz nace de nuevo, tu mano otra vez nace:
tu ejército defiende las banderas sagradas:
la Libertad sacude las campanas sangrientas,
y un sonido terrible de dolores precede
la aurora enrojecida por la sangre del hombre.
Libertador, un mundo de paz nació en tus brazos.
La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron,
de nuestra joven sangre venida de tu sangre
saldrán paz, pan y trigo para el mundo que haremos.
Yo conocí a Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
"Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo".
Pablo Neruda
Mapa de México en 1824
Mapa de la Universidad de Texas
Este es el mapa de México en 1824.
Una voraz tijera expansionista nos recortó la mitad del mapa, somos una nación mutilada por los Estados Unidos. Y así, sin una pierna, sin un brazo, sin un ojo, y con medio cerebro, se medio anda y se medio piensa, hasta hoy.
El norte de México fue ROBADO por los Estados Unidos. Es no debe olvidarse jamás.
Los robos y las intervenciones de los Estados Unidos en México, comenzaron en el siglo XIX. Allí comenzaron, lo que no se sabe es cuándo se terminarán.
Deniev Sentli
¿Quién retrasa a la ciencia?
Nada ha podido retrasar más el avance de la ciencia que la actitud de las mentes vulgares, que envilecen lo que no pueden comprender.
Samuel Johnson
Samuel Johnson
Neo colonialismo en Libia
¿Qué clase de cinismo es este? Un nuevo formato del colonialismo y mediante estas acciones ahora Estados Unidos y sus aliados se sienten con las manos desatadas y la más absoluta libertad para bombardear países, diciendo que se trata de salvar a los pueblos. ¿Quién puede creer esto? Es evidente que su objetivo es derrocar gobiernos, invadir y apoderarse de sus recursos. Nada más y nada menos que eso. Nadie se pregunta cuántos van a morir. Van por sus intereses y sus negocios. Esa es la realidad.
Hugo Chávez
Hugo Chávez
Felipe Calderón es el culpable de la sangrienta guerra en México
En el 2000, un pésimo payaso se hizo presidente de México.
En el 2006, el payaso, con sus suciedades, puso al asesino Felipe Calderón como presidente.
¿Quién lo ignora?
Felipe Calderón inició una guerra porque se sabía débil, fraudulento.
¿Quién se atreve a ignorarlo?
Felipe Calderón es el culpable principal de haber iniciado una guerra infinita.
Mientras haya capitalismo habrá desempleo, subempleo, y habrá mano de obra para los narcotraficantes.
SI NO ELIMINAMOS EL CAPITALISMO, ENTONCES, LA GUERRA ES INFINITA.
PERO COMO LOS MEXICANOS NO SON UNA CANTIDAD INFINITA, ENTONCES, MORIRÁN MILLONES DE MEXICANOS, PORQUE SON MILLONES LOS QUE VIVEN SOBREVIVIENDO.
SI LA GUERRA NO TERMINA, SI EL CAPITALISMO NO ES DETENIDO, ENTONCES, LO QUE QUIEREN LOS ASESINOS GOBERNANTES ES ASESINAR A MILLONES DE MEXICANOS.
EL ASESINO GOBIERNO VA A ASESINAR A MILLONES DE MEXICANOS POR NO SER CAPAZ DE REVERTIR EL SISTEMA CAPITALISTA QUE ES EL QUE EMPUJA A TODOS AL VACÍO.
Y ESE ES TODO EL ASUNTO.
SI LA POBLACIÓN MEXICANA NO HACE NADA, ESTO SEGUIRÁ HASTA QUE CADA MEXICANO TENGA UN PARIENTE ASESINADO.
Felipe Calderón quiere asesinarnos, o quiere asesinarnos un tío, un hijo, una hermana.
Deniev Sentli
En el 2006, el payaso, con sus suciedades, puso al asesino Felipe Calderón como presidente.
¿Quién lo ignora?
Felipe Calderón inició una guerra porque se sabía débil, fraudulento.
¿Quién se atreve a ignorarlo?
Felipe Calderón es el culpable principal de haber iniciado una guerra infinita.
Mientras haya capitalismo habrá desempleo, subempleo, y habrá mano de obra para los narcotraficantes.
SI NO ELIMINAMOS EL CAPITALISMO, ENTONCES, LA GUERRA ES INFINITA.
PERO COMO LOS MEXICANOS NO SON UNA CANTIDAD INFINITA, ENTONCES, MORIRÁN MILLONES DE MEXICANOS, PORQUE SON MILLONES LOS QUE VIVEN SOBREVIVIENDO.
SI LA GUERRA NO TERMINA, SI EL CAPITALISMO NO ES DETENIDO, ENTONCES, LO QUE QUIEREN LOS ASESINOS GOBERNANTES ES ASESINAR A MILLONES DE MEXICANOS.
EL ASESINO GOBIERNO VA A ASESINAR A MILLONES DE MEXICANOS POR NO SER CAPAZ DE REVERTIR EL SISTEMA CAPITALISTA QUE ES EL QUE EMPUJA A TODOS AL VACÍO.
Y ESE ES TODO EL ASUNTO.
SI LA POBLACIÓN MEXICANA NO HACE NADA, ESTO SEGUIRÁ HASTA QUE CADA MEXICANO TENGA UN PARIENTE ASESINADO.
Felipe Calderón quiere asesinarnos, o quiere asesinarnos un tío, un hijo, una hermana.
Deniev Sentli
Conoce tu huella ecológica en el Museo Universum de la UNAM
Si todo el mundo en nuestro planeta tuviera el mismo estilo de vida que este subversivo y chiflado escritor, se necesitarían un planeta y tres cuartos de otro.
Quién lo duda: Soy un peligro para el mundo.
La prueba se puede hacer en el malévolo y laico UNIVERSUM(Museo de las Ciencias de la UNAM).
Si por Calderón fuera, este museo no existiría.
Hay que aprovechar estas oportunidades de saber algo que nos deja nuestro gobierno oscurantista.
Deniev Sentli
Qué es la enseñanza
La enseñanza ¿quién no lo sabe? es ante todo una obra de infinito amor.
José Martí
José Martí
La importancia del agua
Hipócrates señaló que “el primer deber de un médico es conocer la naturaleza de las aguas. Las poblaciones que la obtienen de fuentes puras no son azotadas por las epidemias”.
El agua es el 85 por ciento de la sangre, el 75 por ciento del cerebro, el 70 por ciento de los músculos y hasta el 22 por ciento de nuestros huesos.
El agua hace algo en casi todos los procesos de nuestro cuerpo.
Ayuda a remover las toxinas y materiales desechables.
Es necesaria para regular la temperatura corporal.
Evita la fricción entre los distintos órganos del cuerpo.
Traslada los nutrientes por todo el organismo.
Más de mil millones de personas(según la OMS), NO TIENEN ACCESO AL AGUA EN SUS CASAS.
Más de MIL MILLONES DE SERES HUMANOS están siendo abrumados por la falta de agua, hoy, ahora mismo.
¿Cómo planea el sistema capitalista resolver este urgente problema?
¿Saben cómo? De ninguna manera. Al sistema capitalista no le importa.
Deniev Sentli
El agua es el 85 por ciento de la sangre, el 75 por ciento del cerebro, el 70 por ciento de los músculos y hasta el 22 por ciento de nuestros huesos.
El agua hace algo en casi todos los procesos de nuestro cuerpo.
Ayuda a remover las toxinas y materiales desechables.
Es necesaria para regular la temperatura corporal.
Evita la fricción entre los distintos órganos del cuerpo.
Traslada los nutrientes por todo el organismo.
Más de mil millones de personas(según la OMS), NO TIENEN ACCESO AL AGUA EN SUS CASAS.
Más de MIL MILLONES DE SERES HUMANOS están siendo abrumados por la falta de agua, hoy, ahora mismo.
¿Cómo planea el sistema capitalista resolver este urgente problema?
¿Saben cómo? De ninguna manera. Al sistema capitalista no le importa.
Deniev Sentli
Ley de Ajuste Cubano
Fiel a hacer tonterías, el gobierno de los Estados Unidos, desde el 2 de noviembre de 1966, decretó La Ley de Ajuste Cubano:
"cualquier extranjero nativo (de Cuba) o ciudadano cubano, que haya sido inspeccionado y admitido o puesto bajo palabra de Estados Unidos después de primero de enero de 1959, y que haya estado presente físicamente al menos durante dos años, puede ser ajustado por el Fiscal General, a su discreción y conforme a las regulaciones que pueda prescribir, a la de extranjero admitido legalmente para residir permanentemente".
Bien, ¿si el imperialismo económico impuesto por los Estados Unidos al mundo, obliga a millones de personas a migrar en busca de la sobrevivencia, no sería lo justo una Ley de Ajuste para todos los latinoamericanos? Lo mismo preguntó el Comandante Fidel Castro.
La ley se hizo para castigar a Cuba por la imperdonable ofensa de decir NO AL CAPITALISMO.
¿Por qué los Estados Unidos no quieren migración mexicana en su país, si su demente sistema económico mundial ha destruido México?
¿Por qué solamente los cubanos, y ningún otro pueblo del mundo tienen tal privilegio?
Porque en Cuba cometen el delito de enseñarle a todos que PATRIA ES HUMANIDAD.
Deniev Sentli
"cualquier extranjero nativo (de Cuba) o ciudadano cubano, que haya sido inspeccionado y admitido o puesto bajo palabra de Estados Unidos después de primero de enero de 1959, y que haya estado presente físicamente al menos durante dos años, puede ser ajustado por el Fiscal General, a su discreción y conforme a las regulaciones que pueda prescribir, a la de extranjero admitido legalmente para residir permanentemente".
Bien, ¿si el imperialismo económico impuesto por los Estados Unidos al mundo, obliga a millones de personas a migrar en busca de la sobrevivencia, no sería lo justo una Ley de Ajuste para todos los latinoamericanos? Lo mismo preguntó el Comandante Fidel Castro.
La ley se hizo para castigar a Cuba por la imperdonable ofensa de decir NO AL CAPITALISMO.
¿Por qué los Estados Unidos no quieren migración mexicana en su país, si su demente sistema económico mundial ha destruido México?
¿Por qué solamente los cubanos, y ningún otro pueblo del mundo tienen tal privilegio?
Porque en Cuba cometen el delito de enseñarle a todos que PATRIA ES HUMANIDAD.
Deniev Sentli
Yo amo la ciencia
Si bien yo amo la ciencia, tengo el sentimiento de que se opone de tal forma a la historia y a la tradición que no puede ser absorbida por nuestra civilización. Podría ser que los horrores políticos y militares de los que he sido testigo durante mi vida no sean el síntoma de una debilidad social pasajera, sino la consecuencia necesaria del progreso de la ciencia - la cual es, en si misma, uno de los más altos logros intelectuales del hombre.
Max Born, premio Nóbel de física. 1965
Max Born, premio Nóbel de física. 1965
Nuestra única obligación
Nuestra única obligación ha de ser comportarnos como es debido, sin importarnos en absoluto lo que digan los demás, ya que no debo desmentir sus comentarios con mis palabras, sino con mi conducta, como decía Sócrates:
Hemos de comportarnos de tal forma que la gente no crea cuanto se dice en detrimento nuestro.
Kant
Hemos de comportarnos de tal forma que la gente no crea cuanto se dice en detrimento nuestro.
Kant
Cerezas
a elizabeth
esa mujer que ahora mismito se parece a santa teresa
en el revés de un éxtasis/hace dos o tres besos fue
mar absorto en el colibrí que vuela por su ojo izquierdo
cuando le dan de amar/
y un beso antes todavía/
pisaba el mundo corrigiendo la noche
con un pretexto cualquiera/en realidad es una nube
a caballo de una mujer/un corazón
que avanza en elefante cuando tocan
el himno nacional y ella
rezonga como un bandoneón mojado hasta los huesos
por la llovizna nacional/
esa mujer pide limosna en un crepúsculo de ollas
que lava con furor/con sangre/con olvido/
encenderla es como poner en la vitrola un disco de gardel/
caen calles de fuego de su barrio irrompible
y una mujer y un hombre que caminan atados
al delantal de penas con que se pone a lavar/
igual que mi madre lavando pisos cada día/
para que el día tenga una perla en los pies/
es una perla de rocío/
mamá se levantaba con los ojos llenos de rocío/
le crecían cerezas en los ojos y cada noche los besaba el rocío/
en la mitad de la noche me despertaba el ruido de sus cerezas
creciendo/
el olor de sus ojos me abrigaba en la pieza/
siempre le vi ramitas verdes en las manos con que fregaba el día/
limpiaba suciedades del mundo/
lavaba el piso del sur/
volviendo a esa mujer/en sus hojas más altas se posan
los horizontes que miré mañana/
los pajaritos que volarán ayer/
yo mismo con su nombre en mis labios/
Juan Gelman
esa mujer que ahora mismito se parece a santa teresa
en el revés de un éxtasis/hace dos o tres besos fue
mar absorto en el colibrí que vuela por su ojo izquierdo
cuando le dan de amar/
y un beso antes todavía/
pisaba el mundo corrigiendo la noche
con un pretexto cualquiera/en realidad es una nube
a caballo de una mujer/un corazón
que avanza en elefante cuando tocan
el himno nacional y ella
rezonga como un bandoneón mojado hasta los huesos
por la llovizna nacional/
esa mujer pide limosna en un crepúsculo de ollas
que lava con furor/con sangre/con olvido/
encenderla es como poner en la vitrola un disco de gardel/
caen calles de fuego de su barrio irrompible
y una mujer y un hombre que caminan atados
al delantal de penas con que se pone a lavar/
igual que mi madre lavando pisos cada día/
para que el día tenga una perla en los pies/
es una perla de rocío/
mamá se levantaba con los ojos llenos de rocío/
le crecían cerezas en los ojos y cada noche los besaba el rocío/
en la mitad de la noche me despertaba el ruido de sus cerezas
creciendo/
el olor de sus ojos me abrigaba en la pieza/
siempre le vi ramitas verdes en las manos con que fregaba el día/
limpiaba suciedades del mundo/
lavaba el piso del sur/
volviendo a esa mujer/en sus hojas más altas se posan
los horizontes que miré mañana/
los pajaritos que volarán ayer/
yo mismo con su nombre en mis labios/
Juan Gelman
Un revolucionario va a la raíz de los problemas
Un revolucionario no se conforma con podar las ramas más visibles del problema, busca las razones últimas, descubre la raíz, e intenta soluciones auténticas. En ese sentido es un radical. Es exactamente lo contrario a un reformista.
Enrique Ubieta Gómez
Enrique Ubieta Gómez
Nuestras padres hicieron una Revolución
Nuestros padres hicieron una Revolución para solucionar grandes problemas colectivos que impedían la realización individual de todos y cada uno de los cubanos: la Revolución que toca ahora es la de hacer que cada interés personal sea un interés colectivo (y no al revés) e impedir, legal y moralmente, que pueda convertirse en un interés individualista. Hay que intentarlo, aunque ninguna sociedad lo ha logrado aún.
Enrique Ubieta Gómez
Enrique Ubieta Gómez
Receta de amor
Tómese un par de corazones,
2 corazones grandes y completos.
2 corazones donde quepan la ternura, la cólera,
la alegría, el dolor, el error,
la pasión más absolutamente desmedida
y todo el desconcierto.
(Parecerá, a primera vista, que se podría prescindir
de algunos de los ingredientes; pero una vez que se
pruebe
el resultado, se advertirá que no hay nada superfluo.)
Mézclense bien;
añádase a los corazones -claro está-
cualquier otra porción decisiva de sus dueños
y póngase a hervir en su propia sangre
sobre un fuego muy lento.
Si los corazones son de primera clase como se recomienda,
resultan francamente innecesarias las especias, pero si
se desea
puede añadirse un pizca de cerveza, una canción o un
verso
después de que la sangre esté caliente.
El tiempo de cocción es muy variable, por eso
el guiso ha de probarse repetidas veces.
Sírvase en raciones grandes pero diseminadas
y cómase de manera despaciosa, lujuriosa, reflexiva e
intensa.
No se requieren peculiarmente favorables condiciones
de ambiente;
al revés, este plato exquisito, caprichoso,
cuece mejor si arde la llama
en dirección opuesta a la del viento.
Guillermo Rodríguez Rivera(Santiago de Cuba, 1943)
2 corazones grandes y completos.
2 corazones donde quepan la ternura, la cólera,
la alegría, el dolor, el error,
la pasión más absolutamente desmedida
y todo el desconcierto.
(Parecerá, a primera vista, que se podría prescindir
de algunos de los ingredientes; pero una vez que se
pruebe
el resultado, se advertirá que no hay nada superfluo.)
Mézclense bien;
añádase a los corazones -claro está-
cualquier otra porción decisiva de sus dueños
y póngase a hervir en su propia sangre
sobre un fuego muy lento.
Si los corazones son de primera clase como se recomienda,
resultan francamente innecesarias las especias, pero si
se desea
puede añadirse un pizca de cerveza, una canción o un
verso
después de que la sangre esté caliente.
El tiempo de cocción es muy variable, por eso
el guiso ha de probarse repetidas veces.
Sírvase en raciones grandes pero diseminadas
y cómase de manera despaciosa, lujuriosa, reflexiva e
intensa.
No se requieren peculiarmente favorables condiciones
de ambiente;
al revés, este plato exquisito, caprichoso,
cuece mejor si arde la llama
en dirección opuesta a la del viento.
Guillermo Rodríguez Rivera(Santiago de Cuba, 1943)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)